Álvaro, de Los Secretos: “Un periodista nos confundió con la familia del marqués de Urquijo”
Música
Álvaro, fundador de Los Secretos, con sus hermanos Javier y Enrique, lleva ahora su historia a un musical, “A tu lado”
“Es complejo llevar nuestra vida al escenario, cuando nos la hemos pasado sobre él. No estaba previsto, pero somos un grupo que llevamos años haciendo cosas nuevas en la música, desde espectáculo teatral en los 80, al disco acústico en 2003 o el sinfónico en 2012, experimentamos todas las artes escénicas y esto es un paso más”. Álvaro Urquijo, líder de Los Secretos, presenta así “A tu lado”, el musical que representará en el teatro García Barbón dos funciones, el último día de este mes y el 1 de diciembre. Con precios que oscilan entre los 38 euros y los 64,90, tienen al menos un lleno asegurado.
Lo que estaba previsto como una entrevista a Atlántico se convirtió en un soliloquio sincero, sin tabúes, donde el protagonista se abrió en una reflexión en voz alta ante una sola pregunta: “¿No es un poco raro un musical sobre una banda de música actual?”.
Libro y musical sobre Los Secretos
Álvaro publicó en 2021 “Siempre hay un precio. La historia jamás contada de Los Secretos” y de ahí surgió esta nueva aventura. “Quería callar muchas bocas, gustó mucho a la gente y se planteó hacer un guión, pero hubo dudas, no creían que funcionase un musical sobre un grupo en activo, no salió bien ni con Cómplices, ni con Hombres G. ¿Quién tocaría?, dijeron y nos ofrecimos a tocar nosotros, en plan artístico, muy minimalista y en acústico; reenfocamos el proyecto y convenció. Es la primera vez que se hace, llevar al teatro la historia de un grupo con casi 50 años de trayectoria”.
Álvaro reconoce que su motivación principal para escribir el libro primero y para montar el espectáculo después es que se conozca la historia real del grupo. “Tuvimos altibajos tremendos, pero una carrera muy larga que merece ser sabida. Después de tantos años tocando un periodista nos confundió con la familia del marqués de Urquijo, ‘¿cómo se siente siendo de la nobleza?’, me preguntó. Pero no fue la única vez, otro me comentó que lo habíamos tenido fácil ‘al proceder del mundo de la banca’. En realidad la culpa no era de ellos, sino de los titulares sacados de contexto que utilizaron como fuentes porque no había un relato oficial”.
Y llegó la pandemia y el confinamiento, un detonante para la creatividad que también afectó al músico. “Con el covid sentí la muerte muy de cerca, me di cuenta de que nuestra biografía era muy endeble y estaba mal contada, decidí que era el momento de poner en orden la historia del grupo. Luego la editorial (Espasa) me lió, yo no soy escritor, pero finalmente salió el libro”.
Imaginar qué pensaría Enrique
Avisa de que el guión no es literal, toma ciertas licencias como imaginar qué pensaría Enrique, el hermano fallecido en 1999.
“Cuenta nuestra vida, la de tres hermanos que salimos del colegio para meternos en el mundo de la música; solo habíamos tocado en el festival de fin de curso y conseguimos grabar un disco, pero nadie nos había preparado para lo que supondría eso”. Echa la vista atrás y recuerda cómo en el 78 tuvieron que enfretarse a sus padres y decirles que dejaban los estudios para tocar, “era como plantar cebollas en Marte, fue una época de confusión y romanticismo, nosotros solo queríamos probar y nada más. No imaginamos dónde nos metíamos, una vía con muchas curvas, frenadas y esfuerzo”.
Recuerda que sus padres no querían ni en broma que tomasen ese camino: “Tuvimos que ocultárselo, creían que íbamos a echar a perder nuestra vida. Ahora las cosas cambiaron mucho, antes era impensable que los padres llevasen a sus hijos a un cásting. El otro día, una amiga me dijo que su hijo de 20 años dejó arquitectura para ser artista, le pregunté en qué destacaba y que no se le da bien nada, solo quiere triunfar, ser famoso. Eso es una tontería”.
Ellos lo tenían claro. Como adelanto de su primera guitarra pagó con 5.000 pesetas que le había dado su abuelo, aún le quedaban otras 6.000 por abonar. “Éramos muy sencillos, humildes, hacíamos canciones muy sentidas con letras bonitas, no sabíamos tocar, probábamos los acordes que sonaban bien juntos y los hacíamos. Fue un aprendizaje muy ‘naif’, pero sigo sabiendo lo mismo que hace 45 años”.
En este repaso sonríe al recordar el cariño de la gente. “No hubo un día sin respuesta del público, siempre tuvimos una relación muy linda. Sin ser Los Secretos un superventas, tiene más fama que muchos de los que lo fueron. Es una paradoja, pero formamos parte de la sociedad, nunca mercantilizamos nuestra música”.
Los comienzos fueron duros para un grupo que cantaba con ropa de calle. “Nos decían que no éramos agresivos para cantar, que no llevábamos un look para la tele, en los años 80 había bandas con instrumentos rarísimos y la coreografía era más importante que la propia música. En este contexto llegábamos nosotros, con Lewis, zapatillas y cazadora de cuero y no pegábamos”. Como anécdota, recuerda su paso por el programa “1,2,3” en 1983: “Estaban grabando un falso directo y salimos a plató para empezar a actuar, de repente se para todo y se escucha la voz de Chicho Ibáñez Serrador, de muy mal humor, gritando por megafonía, preguntando por qué no habíamos pasado por vestuario, y nosotros íbamos como pinceles, con nuestras mejores galas”.
En 1980 la muerte de su batería, Canito, los hace parar. “Estuvimos tres años en dique seco y vimos como grupos como Hombres G ahora sí triunfaban tocando en vaqueros y camiseta”. Volvieron en el 86 y sus mayores éxitos llegaron en la década de los 90.
Para Álvaro lo más importante sigue siendo tocar. Su próximo disco tuvo que ser aplazado a 2025 por el musical, un proyecto que denomina “efímero, que quedará en la memoria de la gente”, ya que reconoce que no se ve haciéndolo de nuevo dentro de dos años, aunque el proyecto está siendo todo un éxito. “Pensábamos hacer 20 funciones y tenemos una gira con 66”.
“Creo que ya puedo hablar de lo que realmente pasó con Enrique”
“A tu lado” son dos horas y quince minutos con 18 canciones. Junto a Urquijo, Ramón Arroyo, Jesús Redondo, Juanjo Ramos, Santiago Fernández y Txetxu Altube (Los Secretos), también participan los actores Javier Orán y Cecilia Gala. En el musical no evitan la parte más difícil, la muerte de Enrique Urquijo hace 25 años.
“Se escribieron muchas barbaridades y se imaginaron cosas raras, pero uno no tiene que ser toxicomano para sentirse mal, las sustancias pueden enmascarar problemas psicológicos”. Álvaro reconoce que en aquella época se demonizaban las enfermedades mentales. “Mi madre ocultó que los problemas mentales de Enrique, que no tuvieron nada que ver con la música; ahora que mi hijo y mi sobrino son mayores de edad creo que ya puedo hablar y contar lo que realmente le pasó, acabando con las leyendas urbanas y la desinformación”.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último