“Cuando alguien aparca mal 5 minutos, es nuestro infierno”

Trabajadores y usuarios de Apamp pusieron ayer multas ficticias a vehículos aparcados en plazas reservadas para el colectivo

Denuncian la "okupación" de plazas de parking de personas con movilidad reducida en Vigo | Atlántico

“Las plazas para personas con movilidad reducida no deberían estar ocupadas por personas que no las necesitan. Y eso de aparco solo cinco minutos es un infierno para nosotros. Nos obliga a dar muchas vueltas y a tener que bajarnos muchas veces en la carretera”. Esto decía ayer Gabi González Reboreda, un usuario de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (Apamp) que explicó el panorama al que se enfrentan en su día a día por estos incumplimientos.

Trabajadores y personas con parálisis cerebral salieron ayer por la mañana a la calle Teixugueiras para poner multas ficticias a vehículos aparcados en plazas reservadas para este colectivo. Si fueran reales costarían 100 euros (200 con recargo) porque se considera una infracción grave. Aseguran que las plazas están ocupadas con demasiada frecuencia y lo califican como “una mala práctica en una sociedad civilizada”. La iniciativa forma parte de una campaña que están llevando a cabo en toda Galicia los colectivos de la Federación Aspace dentro de la Semana Europea de la Movilidad. Fueron los propios usuarios, a través del grupo de trabajo conocido como “Ejerzo mis derechos”, los que elaboraron propuestas que concluyeron con la redacción de un Decálogo de Buenas Prácticas de Uso de las Plazas PMR (personas con movilidad reducida). Los miembros del grupo “Ejerzo mis derechos” ya participaron en otras campañas reivindicativas relacionadas con el transporte público, el uso de la silla anfibia en las playas y muchas otras.

El número 13 de la calle Teixugueiras se llenó ayer de personas en silla de ruedas dispuestas a hacerse notar con carteles en los que se podía leer: “repeta las distancias, necesitamos al menos 2,5 metros”, “respeta nuestras plazas, nosotros también tenemos derecho”, “la tarjeta PMR es personal e intransferible” o “no ocupes la plaza PMR aunque solo sea un breve espacio de tiempo”.

Gabi González explicó que encontrarse con la plaza ocupada tienen que dar vueltas en la furgoneta para buscar otro aparcamiento, normalmente una zona de carga y descarga o quedar mal aparcados en plazas en las que no caben bien exponiéndose ellos mismos a una multa. Esto les impide llegar puntuales a los sitios. Otras veces no pueden transitar por las aceras porque hay coches que aparcan encima y tienen que bajar a la carretera. “Si no nos ven nos pueden atropellar, nos jugamos la vida. ¿De quién es la culpa? ¿Mía por bajar a la carretera o del coche que aparcó mal?”. Esto le ocurre a veces en su barrio, O Calvario.

Sandra Ballesteros explicó que una plaza ocupada implica tardar más en aparcar cuando van al médico o a hacer alguna gestión, y esto también afecta a los familiares que tienen que irse a trabajar y tienen que pedir más tiempo por esta circunstancia. “La gente debería ser más consciente y pensar que pueden tener algún día una discapacidad o se pueden torcer un mísero tobillo, con lo que ellos también necesitarían esa plaza”. Añade que hay plazas que no se adaptan al tamaño de las furgonetas en las que suelen desplazarse o que hay plazas que tienen una jardinera en medio con lo que no pueden bajar la rampa.

El Concello de Vigo en reunirá en los próximos días con los responsables de Apamp para analizar la situación actual de estas plazas para personas con movilidad reducida y para saber si son suficientes. Actualmente, hay una 850 plazas de estas características en la ciudad. Ellos piden que haya más en sitios “estratégicos” como las cercanías de los hospitales, ayuntamientos o supermercados, entre otros. Reconocen que muchas de las grandes áreas comerciales de la ciudad les dan todas las facilidades para aparcar.

Por otro lado, el Concello les invitó a participar en las charlas de seguridad vial que se dan en centros escolares para concienciar también sobre el buen uso de estas plazas.

Desde Apamp destacaron ayer que “estas plazas no son un privilegio, sino una necesidad vital para la autonomía y la participación de las personas con movilidad reducida. Con esta acción queremos hacer una llamado a la responsabilidad colectiva”.

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