Alertan del avance “exponencial” de la enfermedad renal crónica

Día Mundial del Riñón

La Fundación Renal Española ofrece tratamiento a 145 personas con enfermedad renal crónica avanzada en su centro de diálisis de Vigo y a otras 69 en su sede de O Porriño 

El centro de diálisis Os Carballos I en la Avenida Ramón Nieto.
El centro de diálisis Os Carballos I en la Avenida Ramón Nieto.

La Fundación Renal Española atiende a 145 personas con enfermedad renal crónica en fase avanzada en su centro de diálisis Os Carballos de la Avenida Ramón Nieto y a otras 69 personas en su sede de O Porriño. 

Con motivo del Día Mundial del Riñón, la entidad destaca la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz, además de recordar los factores de riesgo que coinciden en buena medida con los de la enfermedad cardiovascular. 

La nefróloga Delfina Yetman, responsable de estos centros, afirma que es una enfermedad “silenciosa” porque normalmente no da síntomas hasta que ya es demasiado tarde y los riñones han dejado de funcionar. Su incidencia está creciendo de manera “exponencial” en los últimos años por el envejecimiento de la población y el avance de otras dolencias que provocan esta disfunción. En España pasamos de un 10% (Estudio EPIRCE de 2010) a un 15% (Estudio ENRICA de 2018) de la población adulta afectada en tan sólo ocho años. La incidencia aumenta con la edad, a partir de 60 años afecta al 20% y a partir de los 70 al 35%. La OMS ya la sitúa como la décima causa de muerte en el mundo, y teniendo en cuenta su ritmo actual de crecimiento se prevé que pueda convertirse en la quinta causa en 2040.

Los riñones forman parte del aparato urinario. Además de las funciones hormonales, la regulación de los glóbulos rojos o la síntesis de la vitamina D clave para la metabolización del cálcio y el fósforo, una de las misiones del riñón es la depuración de la sangre para extraer sus desechos y el exceso de líquido. Para ello fabrica la orina que se evacúa al exterior a través de los uréteres, la vejiga y la uretra. 

La enfermedad renal crónica es en realidad un conjunto de dolencias heterogéneas que afectan la estructura y función renal, con una duración mínima de tres meses. En España más de 60.000 personas están en un estadio severo con terapia sustitutiva (hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante).

Sobre los factores de riesgo, menciona la edad (a partir de los 65 años), tener enfermedades como hipertensión, diabetes mellitus, obesidad o tabaquismo, los antecedentes familiares (la poliquistosis renal es la más conocida), una masa renal disminuida (por haber perdido un riñón), el bajo peso al nacer, la raza negra, la pobreza o un menor acceso a una alimentación de calidad. Hay otros factores de menor envergadura, como tener una predisposición a generar piedras porque puede ir desde algo pequeño que se elimina con arenillas hasta personas que han hecho piedras muy grandes que han complicado la vía urinaria, la han obstruído o infectado y deterioran la estructura renal al punto de perder función. Menciona otros como fármacos tóxicos para el riñón o tener una patología cardiaca severa, entre otros.

“Chequeos periódicos y vida saludable son clave”

La prevención pasa por los chequeos periódicos, especialmente entre la población que tiene más riesgo de desarrollar enfermedad renal, por su edad o por tener dolencias que predisponen a ello. “La enfermedad renal cuando está en los estadios iniciales no va a dar síntomas. Es en los más avanzados, cuando hay pérdida de función, cuando se empiezan a desarrollar los síntomas. ”Mucha gente realmente no sabe que está enferma y que va a empeorar hasta tal punto que muchos años después requiera un tratamiento específico", señala.

Por otro lado, defiende las medidas higiénico-dietéticas que son también válidas para enfermedades como las cardiológicas, como la alimentación saludable, baja en grasas, procesados y ultraprocesados, evitar el exceso de sal, comer con moderación, controlar los niveles de azúcar, descartar el tabaco y el alcohol, no automedicarse (en esa línea apunta el abuso que hacen muchas personas de los antiinflamatorios y hace más años de aspirinas), controlar la hipertensión y combatir el sedentarismo. Recuerda la importancia de hidratarse, incluyendo el antes, durante y después del ejercicio físico.

La nefróloga aconseja un cribado a grupos de riesgo

La negróloga Delfina Yetma recomienda la realización de un cribado periódico para detectar precozmente la enfermedad renal crónica, en concreto a las personas mayores de 65 años y a las que tienen los factores de riesgo mencionados.

El cribado es sencillo, bastaría con una analítica de sangre y de orina y en caso necesario se puede complementar con una prueba de imagen como una ecografía renal. La creatinina en sangre permite calcular la función renal, teniendo en cuenta la edad y el sexo del paciente. El análisis de orina permite medir determinadas proteínas que indican daño renal a partir de unos parámetros.

En el caso de personas que tienen un solo riñón, apunta que si tienen hábitos saludables y no tienen enfermedades añadidas ni otras incidencias pueden vivir toda su vida sin mayores repercusiones.

La enfermedad renal va de un grado leve (el 1) hasta un grado tan severo (a finales del 4 y el %) que requiere terapia sustitutiva para seguir viviendo. La doctora asegura que estos últimos pacientes tienen posibilidades terapéuticas y pueden continuar con su vida. De hecho, en su clínica cuenta con pacientes que llevan 30 años en terapia.

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