Alarma en Cíes: ya solo queda el 15% de las gaviotas de las islas

Tras finalizar septiembre ha pasado la temporada de cría de las gaviotas y están menos agresivas, aunque los turistas se quejan de sus hábitos como ladronas, capaces de llevarse los bocadillos en la playa. Y las ven por miles. Pero la percepción de los visitantes no coincide con la realidad. Su población ha caído en picado y lo que es peor, las medidas tomadas, el control de las aves y su recuperación han tenido poco efecto. A día de hoy, según datos del Parque Nacional Islas Atlánticas, en Cíes hay el número más bajo de la serie histórica: apenas -dato de 2023- habitan unas 2.276 parejas reproductoras en las islas viguesas y 6.360 en todo el Parque, incluyendo Ons, Sálvora y Cortegada.

Son muchas, pero muchas menos que hace 20 años, cuando había 30.000 en todo el Parque Nacional (en la suma de todas las islas), de ellas unas 18.000 en las Cíes. Es decir, que a día de hoy la colonia se ha reducido entre un 80 y un 85 por ciento y solo quedan entre el 20 y el 15 por ciento de las gaviotas que anidaban entonces. En 2022 había 6.955 en todo el Parque, así que en un año bajaron en un 10 por ciento, con 600 bajas. A este ritmo, y si no se halla una solución para la plaga que afecta a las patiamarillas, en poco tiempo tendrán que pasar a especie protegida y en riesgo de desaparecer. Increíble, pero cierto, según reconocía José Antonio Fernández Bouzas, director-conservador del Parque.

Y curiosamente, estas aves todavía son vistas como una auténtica plaga para la ciudad de Vigo, que en el pasado obligó a contratar servicios para eliminar huevos, a cuenta del ayuntamiento, y a disponer de una empresa de control de fauna en O Berbés y en Peinador para evitar en un caso problemas sanitarios en el manejo del pescado y en el otro con la entrada y salida de aeronaves.

Pero las gaviotas están en retroceso y su espacio parecen ocuparlo las palomas. El Parque Nacional sigue buscando la causa de la mortandad con distintos grupos de investigadores de toda Europa. Aunque no quiso adelantar resultados, señaló que en unas semanas, en este mismo mes de octubre, se anunciarán avance en una jornada sobre parques nacionales que este año se celebrará en Galicia. Es un problema global, pero más visible en Cíes precisamente por su abundancia en el pasado.

Lo que se sabe es que las gaviotas se están viendo afectadas por un proceso de origen aún desconocido, llamado síndrome parético. Esta afección, observada también en numerosas zonas costeras de toda Europa, causa a estas aves dificultades para moverse y puede ocasionarles en casos graves la muerte. El resultado ha sido una disminución radical de su número. Como respuesta, el Parque Nacional ha puesto en marcha en sus colonias de cría una iniciativa para atender a las gaviotas afectadas y proporcionarles los cuidados necesarios. Con el tratamiento adecuado, estiman que aproximadamente la mitad de las gaviotas se pueden recuperar con éxito. Se pretende además esclarecer la causa del síndrome y buscar posibles soluciones, porque nada está claro aún. Al principio se creía que la causa estaba en las medidas de control y en el cierre de vertederos, donde conseguían comida. Pero ya se sabe que no es esta la explicación única.

Hace poco, dos publicaciones de prestigio, el canal 1 de la televisión francesa y “The Times” dedicaron sendos reportajes ensalzando Cíes de forma muy ecuánime, sin tópicos, destacando las “gaviotas ladronas de comida” y calificando las islas como el “Caribe europeo” por el color de las aguas, la barra extremadamente blanca de Rodas. Los guías explican que Rodas es una playa granítica y el color blanco es del cuarzo, un mineral resistente a la erosión. En cuanto al color azul claro del agua, se debe a que los rayos de sol penetran hasta el fondo. Aquí no hay misterio.