Agosto sin incendios forestales en la provincia de Pontevedra, hecho insólito

La Consellería de Medio Rural mantiene el dispositivo afilado tras finalizar los dos meses claves del verano. No obstante, en 2017 lo más grave fue en octubre

El incendio forestal en O Rosal, a principios de julio: no llegó a una hectárea y fue apagado con rapidez.
El incendio forestal en O Rosal, a principios de julio: no llegó a una hectárea y fue apagado con rapidez.

Agosto finaliza sin incendios forestales, no solo en el entorno de Vigo sino en la totalidad de la provincia de Pontevedra. Fuentes de la Consellería de Medio Rural confirmaron que hasta ayer no se había tenido que intervenir en incendios de más de 20 hectáreas, que son los que se consideran fuegos de relevancia porque exigen la presencia de grandes medios. Por debajo se consideran conatos y fuegos de poca importancia, que no obligan a informar. Tampoco ha habido grandes problemas en el resto de Galicia. Ni siquiera en la franja norte de Portugal, lo que ya es más extraño.

Como es conocido jugaron a favor dos aspectos claves: el tiempo irregular, con apenas una corta ola de calor que se centró en Ourense y apenas dos o tres días en Vigo y su área, y la ausencia de viento, los dos factores claves para la propagación del fuego. Solo en una jornada hubo alerta máxima, incluyendo la Brilat, al coincidir rachas importantes con temperaturas por encima de los 35 y más grados. Además, julio fue húmedo y también se registraron lluvias en los primeros días de agosto, con 44 litros recogidos en Vigo que refrescaron los montes.

Nada que ver con las 51.643 hectáreas de monte quemadas en Galicia en 2022, el tercer mayor registro en lo que va de siglo. Más de 16.850 fueron de superficie arbolada, la mayoría tras la tormenta que dejó más de 600 rayos a mediados de julio y causó 140 focos distintos. Curiosamente, solo 76 de los incendios superaron las 20 hectáreas. Este año podría ser uno de los mejores del siglo: en 2021 fueron 4.403 hectáreas y 2.600 en 2018 y 1.991 en 2014. Pero todo puede cambiar: el peor año fue 2017, con casi 62.100 hectáreas, concentradas en gran parte en octubre, en la ola más infernal de la historia reciente, con calor y vientos huracanados, que incluso cercó la ciudad de Vigo.

Solo un pequeño fuego

El dispositivo puesto en marcha con el inicio del verano se mantiene en alerta, pese a que el único fuego de cierta relevancia en el área de Vigo fue el que se produjo en O Rosal, que obligó al despliegue de todos los medios, y solo dejó una hectárea de monte afectado, y de esta superficie, apenas la mitad de suelo arbolado. No fue necesaria la intervención de los grandes hidroaviones, que pese a todo son visto a diario, incluso tomando agua en la Ría de Vigo, lo que llama la atención y a menudo despierta la alarma. Pero no hay motivo: desde la Consellería de Medio Rural se recordó que están realizando prácticas continuas que incluyen el amerizaje. “No hay nada, ningún incendio forestal por el momento”, mantienen en el departamento autonómico.

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