África González: "No hay estudios que respalden la tercera dosis de la vacuna"

ENTREVISTA

La catedrática viguesa África González.
La catedrática viguesa África González.

En pleno debate mundial sobre la conveniencia de aplicar o no una tercera dosis de vacuna, con países que ya han tomado la decisión como Israel o con detractores como la Organización Mundial de la Salud que propone inmunizar primero al tercer mundo, la catedrática viguesa África González está más cerca de la postura que sostiene la OMS y apunta además que todavía no hay estudios que avalen esta medida.

¿Por qué se infectan algunos vacunados?

Las vacunas que se han empleado no impiden que el virus entre en nuestro organismo. Lo que hacen es evitar muertes y enfermedades graves en un gran porcentaje de casos. Tampoco la eficacia de las vacunas es completa. Ya en los ensayos clínicos se vio que algunas personas no quedaban protegidas tras estar vacunadas, dependiendo de la vacuna que se administrase.

¿Esa infección sería igual de grave que si no estuviesen vacunados?

Las personas vacunadas suelen desarrollar una enfermedad mucho más leve o incluso asintomática. Seguramente se están infectando muchas más personas, pero no lo saben, gracias a que están vacunadas.

Ahora se está hablando de poner una tercera dosis. ¿En qué se basan para decir eso? ¿Lo ve necesario?

No hay por ahora datos de estudios realizados que indiquen que haya que poner una tercera dosis de forma indiscriminada a toda la población. Es posible que para algunos colectivos, como inmunodeficientes, personas en terapia inmunosupresora, o personas mayores para los que la vacuna no ha sido suficientemente eficaz, sea necesario. Es más importante que se controle a nivel mundial y que se vacunen los vulnerables en todos los países, con el fin de evitar que se generen nuevas variantes. Esto es lo que está indicando la OMS.

¿Se sabe cuánto duran los anticuerpos? ¿Cuándo se acaba su efecto queda alguna memoria de defensa en el organismo frente al virus?

Los estudios indican que los anticuerpos pueden ir disminuyendo, pero hay personas que los mantienen durante más de un año (es lo que se conoce hasta ahora), pero lo importante no son los anticuerpos, sino que se generen células de memoria, bien por la vacunación o bien por haber sufrido la infección. Estas son capaces de activarse mucho más rápido si el patógeno vuelve a entrar, y por tanto son las que nos van a proteger a largo plazo, ya que al activarse podrán eliminar células infectadas y nuevos anticuerpos neutralizarán al virus.También la memoria inmunitaria puede mejorar y adaptarse al nuevo virus que llegue.

Hay personas que sufren una reacción leve a la vacuna (dos días de fiebre y malestar) y otras que no notan nada. Hay quien dice que los primeros tienen un mejor sistema inmunitario. ¿Es cierto?

Esta reacción a la vacuna es consecuencia de la movilización de sustancias y células que se ponen en marcha por parte del sistema inmunitario. Si bien es cierto que estas reacciones nos indican que la inmunidad está en marcha, no necesariamente hay una relación directa entre estos efectos secundarios y la intensidad de la respuesta inmunitaria (celular-humoral). Hay una serie de factores de tipo individual como que hay personas que desarrollan más fiebre cuando tienen una infección o más sensación de dolor y cansancio que otras.

A los menores de 65 años que pasaron el covid les ponen una sola dosis de vacuna. ¿Qué pasaría si les pusieran dos dosis? ¿Estas personas tendrían más probabilidad de tener una reacción (leve) a la segunda dosis?

Inicialmente sí se les puso la segunda inoculación a bastante gente (sobre todo a personal sanitario) y se detectaron algunas reacciones (fiebre, cansancio, inflamación de ganglios, etc.), tras administrar la segunda dosis. Esto también se ha visto con personas que seguramente pasaron la infección sin enterarse, y han reaccionado de forma importante a la vacuna. Algunos estudios mostraron que esta segunda inyección no incrementaba la respuesta inmunitaria, que era suficiente con una dosis de recuerdo tras haber pasado la infección. Por tanto, dada la escasez de vacunas, los efectos secundarios que pueden producir y la reducida mejora en la respuesta inmunitaria, es lo que ha llevado a que el Ministerio recomiende que a los menores de 65 años que pasaron la infección hace más de 6 meses, sólo deben recibir 1 dosis. Para los mayores de 65 años, debido a su inmunosenescencia, se pautan dos administraciones, aunque hayan pasado la COVID-19, pero se deja un intervalo también de 6 meses tras la infección.

Ahora preocupa una mutación de Perú. ¿Cuándo cesarán las variantes?

Si sigue habiendo contagios, habrá nuevas variantes. El virus muta, y si alguna de estas mutaciones le produce alguna ventaja selectiva se amplificará en las personas que infecte. Si permitimos que haya muchos contagios, las posibilidades de más variantes es segura. Esto ya lo hemos visto con las variantes de preocupación alfa, beta, gamma y delta. La variante lambda o andina es por ahora una variante de interés para la OMS; hay que vigilarla, al igual que otras (Eta, Iota, kappa) que también están circulando por varios países.

¿Estamos más cerca de lograr que el covid sea una enfermedad más?

El problema es que, a día de hoy, hay muy poca población vacunada a nivel mundial (hay países que tan solo tienen el 1%), están circulando variantes más contagiosas para los que la vacuna es menos efectiva. Mientras tanto, pueden surgir nuevas variantes, y vuelta a empezar. Hay que vacunar por tanto más rápido y a más población, para inducirles inmunidad cuanto antes. Nos gustaría pensar que este virus se comportará como otros coronavirus que producen catarro común, con una enfermedad muy leve, pero aún no lo sabemos y diversos escenarios son posibles.

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