Adiós a todo un enorme "Guinness"

o porriño

José Manuel Barros, alcalde de O Porriño desde 1981 a 2003, será enterrado hoy en la parroquia de Mosende

Adiós a todo un enorme "Guinness"

Publicado: 04 ene 2016 - 02:28 Actualizado: 05 ene 2016 - 01:43

Mayo de 2002. Inicio de las obras de saneamiento de la cuenca del Louro.
Mayo de 2002. Inicio de las obras de saneamiento de la cuenca del Louro.

A las 16:30 horas de hoy, los restos mortales de José Manuel Barros, exalcalde de O Porriño, serán trasladados desde el tanatorio Louriña Memorial a la iglesia parroquial de San Jorge de Mosende, donde se celebrarán los funerales para a continuación proceder a su inhumación.

Con Barros, fallecido este sábado, se ha ido tal vez el último gran bastión del denominado "sector de la boina" que tanto hizo crecer al PP en la provincia de Pontevedra para consolidar a los populares de Manuel Fraga. De hecho, lo de grande se le queda como definición escasa. Barros era tremendo. En peso y en apetito. En capacidad de trabajo y en ganas de gobernar. Sus interminables horas de despacho, donde recibía a todo hijo de vecino no sin antes hacerle esperar tanto como en las consultas del Sergas, eran algo tan tradicional como asumido: resolvía los problemas cara a cara, lo que le dio hasta cinco mayorías absolutas consecutivas en la villa. Solo la división del PP local en 2003, con una negociación insalvable (Barros versus Gonzalo Ordóñez hijo, demasiados motivos personales) evitó que siguiese gobernando hasta superar el cuarto de siglo. Se fue de la política en 2007, aunque en realidad Barros se acabó cuatro años antes. Lo mismo que el PP porriñés, una sombra sin él incluso pese al triunfo de Nelson Santos en 2011.

Pero durante su largo mandato, Barros supo vender sus kilos de más (entró en el Guinness de los Récords en 1999), catapultando a O Porriño a nivel mundial con la gracia de su peso en miel... y convirtiendo la localidad en el lugar idóneo y de facilidades para las empresas y su producción "just in time". Dicharachero, capaz de reírse de su extrema gordura (familia y allegados siempre le advirtieron, sin fortuna, de lo perjudicial que era para su salud), que llegó a los 196 kilos "según lo que coma", confesaba él mismo. Su vida sedentaria y de continuados homenajes gastronómicos no le hizo olvidarse del deporte. Aliado con un exalcalde, Manuel Antonio Valverde, convirtió el polideportivo en referencia nacional del baloncesto sin olvidar la base. La afición viguesa acudía allí para ver baloncesto.

Con O Porriño definida como villa industrial (el CTAG se inauguró en 2002), la recuperación del río Louro fue su mejor aval medioambiental. Había modernizado el pueblo con su personal forma de gobernar sí... pero ese mismo talante también le costó el bastón.

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La famosa balanza para su pesaje, construida por la firma viguesa Teaxul. Barros siempre se mofó de su obesidad, que le otorgó el récord Guinness (con el certificado, a la derecha). Abajo, su despacho, por donde pasaba todo Porriño. A la izquierda, con Fraga, con Sergio Pazos
La famosa balanza para su pesaje, construida por la firma viguesa Teaxul. Barros siempre se mofó de su obesidad, que le otorgó el récord Guinness (con el certificado, a la derecha). Abajo, su despacho, por donde pasaba todo Porriño. A la izquierda, con Fraga, con Sergio Pazos

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