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TRIBUNALES
El jurado encargado de enjuiciar el llamado crimen de Coia, en Vigo, consideró este viernes por unanimidad culpable de asesinato al acusado José Luis M. No obstante, consideró acreditadas la existencia de tres circunstancias atenuantes: la confesión, la alteración psíquica y el miedo insuperable, por lo que las acusaciones han tenido que rebajar su petición de penas. Así, de forma unánime, el tribunal popular meditó probado que la noche del 6 de abril de 2024, la víctima, Francisco Javier B. acudió a casa del acusado y que éste le abrió la puerta y le disparó con una escopeta con la intención de causarle la muerte.
El jurado también valoró que, al menos en uno de los dos disparos efectuados, José Luis apuntó a la víctima, que no tuvo oportunidad de defenderse. Además, lo mató con un arma para la que no tenía licencia y que tenía el número de serie borrado.
No obstante, el jurado también fue unánime a la hora de probar la concurrencia de atenuantes. De este modo, vio probado que José Luis tenía sus capacidades mermadas levemente por el consumo de cocaína y cannabis, y que el "pánico" que sintió al ver a Francisco Javier (que acudió a su casa con un machete y una barra metálica) "mermó levemente su capacidad para actuar de otra manera".
Asimismo, consideró probado que, tras ser detenido, José Luis confesó los hechos y "ello contribuyó de forma eficaz a la investigación. En resumen, el tribunal popular consideró al acusado culpable de los delitos de asesinato y de tenencia ilícita de armas. No obstante, la concurrencia de atenuantes ha hecho que las acusaciones hayan rebajado su petición de penas.
Ante esos hechos, la Fiscalía ha pasado de solicitar penas que sumaban casi 22 años de cárcel a penas que suman casi 17 años de prisión: 14 años y 11 meses por el asesinato y 1 año y 11 meses por la tenencia ilícita de armas. Mientras, la acusación particular, que pedía un total de 23 años y medio de cárcel, ha solicitado 15 años por el asesinato y 1 año y 11 meses por la tenencia ilícita de armas.
La defensa, por su parte, considera que dadas estas atenuantes es posible rebajar en dos grados las penas solicitadas. Por ello, solicita una pena de cuatro años por el delito de asesinato, y estima que, por la tenencia ilícita de armas, la pena debe ser inferior a tres meses y no cabría la prisión. En su veredicto, el jurado se ha mostrado contrario, por unanimidad, a la suspensión de la ejecución de la pena. Sin embargo, y aunque no tenga un valor vinculante a la hora de imponer las condenas, sí se ha mostrado partidario de un indulto parcial, también por unanimidad. La sentencia definitiva la dictará el juez en las próximas fechas.
La confesión espontánea realizada por José Luis M., previa a los informes finales, fue clave para el jurado. Respondió solo a las preguntas de la defensa, mostrando arrepentimiento y recalcó que su idea inicial no era acabar con la vida de Francisco Javier B., que compartían amistad desde niños. "Soy consciente dolor que le he causado a la familia, es muy buena gente, humilde y espero que el tiempo que pase en prisión le sirva de algo”, confesó José Luis M. Según explicó, los problemas vinieron derivados de un asunto de drogas, que provocó que en los últimos años se enemistasen.
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