85 alumnos tardan 30 horas en llegar desde Manchester a Vigo

Algunos padres anunciaron que presentarán reclamaciones por esta situación

Los alumnos llegaron en bus al aeropuerto a las dos del mediodía.
Los alumnos llegaron en bus al aeropuerto a las dos del mediodía.

Un grupo de 85 estudiantes vigueses beneficiarios de las becas “Vigo en inglés” tardaron cerca de 30 horas en cubrir el trayecto entre Manchester y Vigo. Los alumnos emprendieron viaje a primera hora de la mañana del domingo para coger un avión de Vueling con destino a Barcelona. Sin embargo, ese vuelo salió con casi dos horas de retraso y al llegar a Barcelona se encontraron con que el avión de la misma compañía que debía llevarles a Peinador había despegado sin ellos. Allí esperaron unos 45 minutos hasta que salieron sus equipajes mientras los monitores negociaban una solución con Vueling. Las opciones eran “dormir en el aeropuerto dos días”, según el relato de los alumnos, hasta el siguiente vuelo disponible o salir ese mismo día en dos autobuses hacia Vigo, con una cena que consistió en un bocadillo y con un recorrido de 14 horas.

Los alumnos llegaron en bus al aeropuerto a las dos del mediodía.
Los alumnos llegaron en bus al aeropuerto a las dos del mediodía.

El grupo llegó finalmente a Peinador a las dos del mediodía de ayer. Algunos padres lo asumían como una anécdota, pero otros expresaron su malestar e incluso anunciaron que presentarán reclamaciones tanto a la compañía aérea como a la organización. Explicaron que Vueling tenía que haber ofrecido más alternativas como hacer noche en Barcelona y reubicarlos en distintos vuelos al día siguiente. Algunos padres relataron también que en esta edición, en la que viajaron las tres promociones de alumnos que no pudieron ir por la pandemia, hubo peor organización comparado con otros años y que se notaba la masificación. “La escuela inglesa trabajaba con Newlink y con empresas de otros países, tenían otros intereses”. Relatan que algunos vivieron en una casa con diez jóvenes y un solo baño, de los que tres eran de Vigo, dos de la familia y cinco árabes, e incluso jóvenes que compartieron cama. Entre los alumnos había de todo, algún descontento y otros como Alex para quien el viaje fue “una experiencia que te enseña a buscarte la vida” y en la que aprendió inglés y un poco de árabe, mientras que Gonzalo dijo que al margen del regreso “lo pasé muy bien, éramos muchos en casa pero nos hicimos amigos y vimos muchos lugares y paisajes interesantes”.

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