La A-55, una trampa, con diez radares entre fijos y móviles
Tráfico
Guardia Civil y Policía Local intensifican los controles de una autovía peligrosa y con miles de vehículos donde la media de multas alcanza las 200 al día
Guardia Civil de Tráfico y Policía Local de Vigo intensifican los controles de velocidad en la A-55 en el tramo entre la avenida de Madrid y Porriño, el de mayor peligrosidad y también más circulación, con hasta 60.000 vehículos en los días punta. Según pudo constatar este diario, hubo operativos hasta diez radares en apenas diez kilómetros, la mayor concentración de la red estatal de carreteras y con mucha diferencia. En concreto, en el mismo día estaban instalados cuatro móviles en diferentes puntos de la autovía Vigo-Tui, que junto con los seis radares fijos que se encuentran instalados en esta vía (dos de Porriño a Tui) hace casi imposible que se pueda exceder el límite de velocidad sin ser sancionado. Con la peculiaridad de que la mayor parte del trazado desde Vigo hasta Mos está tasado en 80 kilómetros por hora, salvo la bajada desde Puxeiros hacia Porriño, donde se reduce a 60 por hora. En este punto concreto se encuentra el radar que más multa de Galicia y el quinto de toda España.
El tramo urbano de la autovía A-55 desde el kilómetro 0 (Plaza de España) hasta el 2,700 aproximadamente (Seminario de Vigo) que es la avenida de Madrid, está vigilado por la Policía Local. Ahora mismo la velocidad circunstancial está limitada a 30 km/h por las obras de reforma. Del resto del tramo de esta vía de alta capacidad se encarga la Guardia Civil de Tráfico. Los radares móviles se pueden localizar en distintos puntos, instalados en turismos rotulados, vehículos de paisano o instalados en trípodes disimulados.
Además de estos móviles, en apenas seis kilómetros del trazado entre Vigo y Porriño hay cuatro radares activos en la A-55 y dos de ellos, el del kilómetro 9,2 (de bajada desde Puxeiros hacia Mos) y el del 11,7 (en Los Molinos, de subida) sumaron durante el último año 60.500 multas, unas 200 al día. Supone la cifra más elevada de la historia y también una marca para el control del punto 9,2 (el pórtico donde hay que reducir la velocidad a 60 kilómetros por hora), que según Tráfico se colocó como el quinto de España en cuanto al número de sanciones. En concreto, fueron un total de 45.276, una subida del 8 por ciento sobre el ejercicio anterior, en que había superado las 42.000 multas. El otro radar “multón” de la autovía Vigo-Porriño, en Los Molinos, que se cambió de ubicación en dos ocasiones, añadió otras 15.618 denuncias, pero solo ocupa la posición 32 en el ranking nacional.
El mayor control no reduce accidentes en la autovía: uno con heridos al día
La autovía A-55 se mantuvo durante el pasado año en máximos en cuanto a siniestralidad, con una media de un accidente con víctimas al día y con récord de heridos, en la suma de leves y graves, aunque sin fallecidos entre Vigo y Porriño. Sí los hubo en el otro tramo, entre Porriño y Tui, que se ha convertido en uno de los más peligrosos, pese a haber dos radares más funcionando, lo que confirma que no reducen la cifra de accidentes. En 2024 hubo dos muertos. Una estadística negra que se mantiene desde hace años y que confirma la peligrosidad absoluta de una de las carreteras con mayor siniestralidad de toda la red viaria estatal, tanto por su trazado inverosímil como por el incremento de vehículos, que sigue creciendo.
Que seguirá en el pódium durante muchos años más, al no haber fecha ni estimación para su jubilación, con la autovía alternativa en túnel —la prolongación de la A-52— aún en fase embrionaria de tramitaciones y permisos ambientales. Si todo va bien, incluyendo declaración de impacto, proyectos y obras, en unos diez años estaría lista la nueva autovía.
Según los últimos datos que proporcionó la Jefatura de Tráfico, durante el pasado año hubo más accidentes en la A-55, aunque también destaca que resultaron menos graves. Como resumen general, desde el 1 de enero hasta el 6 de noviembre de 2024, y con relación al mismo período del año anterior, aumentaron de forma muy importante los accidentes con daños materiales y disminuyeron muy ligeramente los accidentes con daños personales. Mientras, la vecina AP-9 continúa sin apenas tráfico: suma en torno a 6.000 vehículos de media al día en el recorrido entre Vigo y Tui, el 10% que en la A-55.
La prolongación de la A-52 y liberar el peaje en la AP-9
La alternativa a la A-55 se ve de dos formas distintas en Vigo y Mos. En Vigo, el alcalde Abel Caballero recordó en distintas ocasiones que la autovía es un “punto neurálgico de accidentes y de percances de automóviles” y que la mayoría de las incidencias se producen “en las curvas tan peligrosas de los Molinos –en Mos– y causan retenciones kilométricas, desafortunadamente accidentadas”. Mantiene que con el proyecto de la prolongación de la A-52 a Porriño “se solventarán estos problemas y Vigo quedará conectado de forma directa y segura, atravesando Puxeiros en túnel, desde la zona de Baruxáns hasta la conexión de Porriño con la A-52”.
Su homóloga de Mos, Nidia Arévalo, advierte del peligro para los millares de conductores que transitan a diario por la A-55, pero considera que la solución más rápida pasa porque el Gobierno libere de forma inmediata la AP-9, con la gratuidad del tramo Vigo-O Porriño, con la que se lograría la consiguiente desviación del tráfico por la dicha autopista. “Se trata de la solución más rápida, sencilla y económica para la enorme problemática que está generando la vía más peligrosa de nuestro país, la A-55”.
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