Patri Arruti: “Es una posición dura, pero estoy contenta de ser portera”
“Estamos con muchas ganas y muy motivadas para lograr el objetivo de meternos en play-off”, asegura la guardameta del Bembrive FS
Todo gran edificio necesita unos cimientos fuertes. Y el Bembrive FS tiene los suyos en Patri Arruti (Poio, 1999), que este verano ha regresado al club verde tras diez años de experiencias fuera, varias de ellas en Primera División, categoría a la que decidió renunciar el verano pasado para volver al Vicente Álvarez. Tras superar las dudas iniciales, la escuadra viguesa suma seis victorias consecutivas y se ha ido al parón navideño ya en zona de play-off. Y la guardameta, que también es psicóloga -está opositando para ser orientadora en centros escolares- está teniendo mucho que ver. Tanto dentro, como fuera de la pista.
En el mejor momento de la temporada, ¿verdad?
¡Sí! Hemos hecho un último mes y medio muy serio. Era muy importante porque se trataban de partidos que había que ganar sí o sí para estar en la parte alta de la tabla. Aún nos falta un partido, pero creo que hemos acabado muy bien la primera vuelta. Estamos donde queríamos estar.
No sé si es tan genial irse al parón en semejante estado de forma.
Creo que nos puede venir bien. A la vuelta tenemos un partido muy importante contra el Segosala y esto nos da más margen para prepararlo, además de tener tiempo para recuperar a gente que estaba peor de forma por lesiones. Pero claro, a ellas también les puede ir bien este parón. Independientemente de cómo llegara, lo íbamos a afrontar a tope igual. Así que nunca se sabe.
Supongo que esas dudas iniciales tuvieron relación con las caras nuevas del equipo.
Pienso que hicimos una buena pretemporada, con amistosos que nos sirvieron para conocernos mejor. Pero, al final, la Liga es una cosa distinta. Creo que es normal esa adaptación. Sí que es cierto que hay jugadoras que ya habían estado en el club, por lo que fue peculiar. Pero, al mismo tiempo, también normal y por eso fuimos capaces de responder bastante bien en todos los partidos.
¿Ya están encajadas las piezas?
Eso intentamos. Siempre hay partidos que salen mejor y otros peor, pero ya estamos en el camino. Además queda toda una segunda vuelta para seguir mejorando y trabajando.
¿Y cómo la afrontan?
Con muchísimas ganas. Nos hacía falta una semanita de recargar energías, pero estamos deseando que llegue enero, que va a venir con partidos muy importantes. Estamos muy motivadas para conseguir el objetivo de meternos en play-off.
En su caso, 16 paradas contra el Valdetires. Son muchas.
Hay paradas y paradas. Es verdad que ellas finalizaron bastante, pero creo que dominamos mucho nosotras. La verdad es que me siento muy a gusto en el equipo, también porque ya conocía a muchas jugadoras, que eso siempre ayuda. Estoy muy contenta de estar en el Bembrive.
Se habla mucho de las que meten los goles y poco de las que los paran. ¿Ser portera es un acto de reivindicación constante?
Llevo tantos años que ya no sé lo que es ser portera. Es verdad que se nota más un gol que una parada, pero en los equipos que yo he estado siempre nos han valorado mucho. Es una posición dura porque pueden meterte un gol y que se acabe el partido, pero yo estoy muy contenta de ser portera y de las compañeras que tengo.
Evitar goles puede tener el mismo valor que meterlos.
Y muchas veces no se dice, pero una portería a cero es mérito de la portera, pero también de un gran trabajo defensivo del equipo. De hecho, en Canarias (el Bembrive ganó 0-1) fue uno de los partidos en los que menos ocasiones nos crearon. El otro día jugó mi compañera Marina (Groba) y logró acabar imbatida. Eso habla muy bien del nivel defensivo que tenemos y del que estamos dando en portería.
¿Qué tal la convivencia con sus compañeras de puesto?
Muy bien. Estamos Marina y yo, pero también Inés (Brianso), que ya está casi recuperada de su lesión. Tenemos muy buena sintonía y creo que todas estamos a buen nivel. Eso también te ayuda a motivarte en los entrenamientos y dar más porque si ves que tu compañera de puesto está parando, tú tienes que parar también.
¿Qué le parece el nivel de Segunda?
Ya había jugado en esta categoría en el Alcorcón, así que ya sabía de equipos y de ritmos. Además siempre seguí de cerca al Bembrive. Para mí, los seis equipos de arriba tienen nivel para estar en Primera División. Donde más noto la diferencia es en el ritmo de juego, pero a nivel de calidad, finalización creo que hay muy buen nivel. De hecho, cada año mejora y eso se ve en la dificultad para estar arriba.
¿Cuánto influyó en su fichaje por el Bembrive poder compaginar fútbol sala y oposiciones?
Mucho. Una decisión tiene muchos factores y esta vez se dio que necesitaba un cambio de aires, formar parte de un grupo en el que sabía que iba a estar muy contenta y, además, que me prometían compaginar muy bien con las oposiciones por horarios. Este verano se dio todo para mi vuelta y no puedo estar más contenta y satisfecha con la decisión.
A veces se dan renuncias a Primera por temas académicos o laborales. ¿No se puede vivir de este deporte?
Se está mejorando y los equipos de arriba en Primera pueden hacer que sus jugadoras se dediquen exclusivamente. Pero eso tampoco te da una proyección para toda la vida. Eso nos pasa a nosotras y a un jugador masculino, que llega a una edad en la que no puedes vivir del fútbol sala. Nosotras, además, que no vamos a ganar ese dinero que da para mantenernos. Así que llega un momento en el que tienes que priorizar tu carrera profesional, que es la que te va a permitir vivir el resto de tu vida.
Se celebró mucho el primer Mundial y es bueno. Pero no sé si tanto que haya habido que esperar a 2025.
Es el dilema. Hay que celebrarlo porque ya era hora, pero llega un poco tarde. Sobre todo, cuando piensas en la generación de jugadoras que no pudieron disfrutarlo porque ya se han retirado. Espero que vengan muchos más y que sean en países con mayor tradición, porque éste fue en Filipinas y tuvo una peor acogida. En un lugar donde se viva más el fútbol sala seguro que será mucho más bonito.
¿En qué punto están los derechos de la mujer en el fútbol sala?
Si soy sincera, siento que el fútbol sala en general está un poco en retroceso. Cada vez se apuesta menos por parte de las instituciones. Estamos en una situación complicada y delicada. En términos de derechos, vamos avanzando. Cada vez hay más equipos que hacen contratos a sus jugadorasy se firman convenios que te protegen un poco más. Pero, en general, va lento. Espero que vaya hacia arriba, pero aún nos queda camino.
Entrena a niñas. ¿Qué diferencias nota con usted a esa edad?
Antes era la excepción. Escuchabas cosas como "anda, hay una niña en ese equipo" o "qué valiente". No entendía por qué se le daba tanta relevancia porque era lo que me gustaba. Ahora está todo mucho más normalizado ver a niños y a niñas jugando al fútbol en un recreo. En mi época, no tanto.
Siendo entrenadora y aspirante a orientadora, le gustarán los niños.
Podría parecer que me gustan más. Porque en el tema de orientación, con quien más tratas es con el profesorado. Pero empecé a entrenar este año y me encanta ver la ilusión que tienen y la emoción con la que juegan. Es un soplo de aire fresco.
¿Qué le pide al 2026?
Entrar en play-off. A nivel deportivo, sería un sueño jugarlo con el Bembrive. Así que ojalá podamos, al menos, lucharlo hasta el final. Y a nivel personal, que me salgan bien las oposiciones.
Contenido patrocinado
También te puede interesar