Lourdes Carballo: “El colegio de abogados no funciona como un parlamento, no debería haber una oposición”
Lourdes Carballo inicia su tercer mandato al frente del Colegio de la Abogacía de Vigo para seguir escuchando a todos “los compañeros y compañeras”.
Con la esperanza de que la confrontación en el seno de la abogacía desaparezca a partir de ahora, Lourdes Carballo inicia su tercer mandato al frente del Colegio de la Abogacía de Vigo para seguir escuchando a todos “los compañeros y compañeras”. Tras haber ganado las recientes elecciones, quiere reunirse con los cabeza de las otras dos candidaturas para ver “en qué medida podemos trabajar juntos".
Los abogados vigueses han vuelto a darle un apoyo mayoritario en las urnas ¿se esperaba los resultados obtenidos?
Lo que nos llegaba es que teníamos apoyos como para poder revalidar el cargo y eso nos hacía estar confiados en el resultado, aunque con una confianza siempre sometida a todas las cautelas y toda la prudencia. Podíamos perfectamente no salir, porque no sabíamos si todas las personas que nos apoyaban iban a movilizarse para ir a votar. No todos los que quieren votar, al final se desplazan a hacerlo.
El hecho de que hubiera otras dos candidaturas y de que hubiera cierta división en el seno de los abogados ¿ha dado lugar a la autocrítica por parte de la junta de gobierno?
La junta de gobierno siempre hace autocrítica. Siempre escuchamos lo que piden los abogados y abogadas y nosotros tenemos despachos donde vemos las necesidades y demandas y nuestra capacidad de mejora. Evidentemente escuchamos a todos y todas. Las diferencias que se produjeron fueron respecto a la forma de afrontar la búsqueda de soluciones, la forma de proponer las soluciones y, por otra parte, la junta de gobierno representa a todo el colectivo, por lo tanto en la defensa de una reivindicación tenemos que tener en cuenta a todo el colectivo. Están muy bien las asociaciones y plataformas porque ayudan a la abogacía institucional a movilizar al legislador para que haga modificaciones legislativas. Lo que ocurre es que para ir de la mano hay que coincidir en formas de reivindicar las demandas y hay que dirigirlas a quien tiene la posibilidad de realizar las modificaciones. Al principio de todo se dirigían las reivindicaciones responsabilizando a las juntas de gobierno, exigiéndole a los colegios lo que no estaba en sus manos, y yo creo que la responsabilidad era más bien del legislador que siempre a la abogacía la trató de una manera diferente en cuanto supervisión social. Costó mucho que la abogacía pudiera incluirse en el régimen de autónomos y no se consiguió hasta el 99 y de ahí aunque hubo la posibilidad de pasarse al Reta se le exigió a todos y esta es la primera vez que era optativa. La junta de gobierno en ese momento coincidiendo en que tenía que haber una pasarela de carácter voluntaria no obligatoria, no podía unirse a la reivindicación de ir en contra de los colegios, de mis predecesores.
Son temas que siguen sobre la mesa
Sí, pero se están planteando de otra forma, se están utilizando informes técnicos en los que basar las reivindicaciones. Se ha bajado la crispación, la confrontación y se está dialogando, lo que facilita la convivencia pacífica en el colectivo y así es más fácil lograr objetivos.
Una de las críticas al colegio ha sido la falta de apoyo a las movilizaciones o de actuar como interlocutor con las administraciones
Los colegios nunca se pusieron de perfil, nunca estuvieron al margen, siempre estuvieron de acuerdo con que pudiese haber una solución a las pensiones inadecuadas, lo que ocurre en ese momento en que empiezan los movimientos es que se solicita que la mutualidad desaparezca y hay compañeros que lo tienen todo en la mutualidad. Por tanto, habrá que solucionar el problema de los que no quieren seguir y respetar a los que sí quieren mantenerse en la mutualidad. En ese momento complicado no es que la junta se pusiera de perfil, éramos conscientes de ese problema, pero nos encontramos a la gente en contra del colegio, votando en contra de presupuestos, lo que nos impidió subir el salario un año a los trabajadores. No pudimos que contratar una segunda base de datos al no aprobar las cuentas cuando el colegio ni la gestión del colegio tienen que ver con la mutualidad. Es un plan de previsión social hoy en día voluntario y solo obligatorio antes del 99. Evidentemente esas personas son las que mayor problema tienen y hay que resolvérselo independientemente de que también haya que tener en cuenta a los de después del 99, pero eso no tiene nada que ver con los presupuestos de un colegio ni con las cuentas del colegio. Esperamos que a partir de ahora esa confrontación desaparezca. Quiero tener una reunión con los dos cabeza de las candidaturas para ver en qué medida se puede trabajar juntos, en qué materia podemos trabajar juntos y de qué manera porque hay una diferencia entre el gobierno de una Administración y el gobierno de un colegio. El colegio no tiene nada que ver con la política, nosotros no dejamos nuestros despachos para dedicarnos a gobernar a nuestros compañeros y compañeras. Nosotros no tomamos decisiones sobre la vida de nuestros compañeros y compañeras gestionamos un colegio e intentamos mejoras, que se han conseguido muchas en estos 10 años, en conciliación. Pero no funcionamos como una Administración o como un Parlamento, no debería haber una oposición. Una vez se terminan las elecciones hay una junta de gobierno y el que considere que puede hacer cosas por la abogacía las puede hacer a través del colegio e incluso a través de asociaciones en las que solo confluyan reivindicaciones concretas.
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