Juanjo Figueroa: “El Casco Vello logró un equilibrio entre locales históricos y nuevos”

Juanjo Figueroa es el presidente de la Asociación de Comercio y Hostelería del Casco Vello que nació durante la pandemia y que organiza actividades de dinamización en el barrio participando también en fiestas como la Reconquista.

La Navidad terminó en enero y el Casco Vello ya prepara el Entroido y la Reconquista. ¿Ayudan estas fiestas a hostelería y comercio?

La Navidad atrae mucha gente al Casco Vello, que ahora es más atractivo con una oferta de hostelería y comercio de alto nivel, creo que es un buen reclamo para la ciudad. La gente repite porque le gusta la oferta. Después de Navidad, viene el concurso de tapas, el Entroido, la Reconquista, y ya casi estamos en primavera y verano. Todo va rodando.

¿Cómo se implicarán los locales en estas celebraciones?

En el Casco Vello, hacemos el concurso de tapas y para el Entroido, muchos locales se disfrazan y atienden a los clientes de manera especial. En la Reconquista, salimos a la calle con puestos de hostelería y comercio. Es un barrio muy participativo.

A lo largo del año, ¿organizáis otras iniciativas de dinamización, como el concurso de tapas?

Sí, hacemos eventos por el Magosto y Os Maios, respetando la tradición del barrio y de Galicia. Nos enfocamos en eventos de dinamización cultural en la calle, porque tenemos un barrio precioso que es semipeatonal que cada vez abarca más con la zona de Elduayen, para mostrar la cultura de Vigo.

¿Cree que a lo largo de los años cambió la percepción del Casco Vello en la ciudad?

El Casco Vello ha cambiado mucho en los últimos 15 años, con un equilibrio entre negocios históricos que son los comercios más antiguos de la ciudad que mantienen la esencia del barrio y nuevos negocios. Ese híbrido que se ha conseguido, hace que sea un barrio muy atractivo para que la gente pasee, es seguro, tranquilo y con un ambiente muy de barrio.

¿Hay relevo generacional en los locales históricos?

Hay casos de relevo generacional, como las hermanas en la ferretería de Julio Rico, pero también hay oficios que corren el riesgo de perderse, como el cesteiro. Cuando suceden estas cosas es triste, porque lo bonito es que tenga continuidad para que el barrio siga teniendo esta magia.

¿Los nuevos negocios tienen un perfil distinto o buscan dar continuidad a lo que ya había?

Hay una vuelta a la taberna y a la cocina tradicional, lo que es bonito porque a nivel global la cocina se estaba homogeneizando. Todo esto hace que el barrio siga teniendo un encanto. Entonces, hay un equilibrio entre lo moderno y lo clásico bien entendido

¿El público es principalmente local o también hay turistas?

Hay unos clientes por la semana que son muy fieles y que vienen buscando más comer, tapear, un menú del día, y por la noche toman unos vinos tranquilos y tapear algo, y luego está el cliente de fin de semana, que también se repite mucho, y luego a mayores está la suma del turismo, sobre todo nacional y a veces internacional. La clientela local es muy fiel y repite.

¿Cómo es la convivencia del pequeño comercio del Casco Vello con las grandes superficies como A Laxe y Vialia?

Las grandes superficies al pequeño comercio no le hacen un gran favor. Yo no soy comerciante, pero creo que el secreto está en ser diferente, en el barrio hay tiendas que hacen las cosas de forma muy especial, y que son exclusivas, que ofrecen un producto diferente, que se especializan mucho, entonces al final esa clientela es fiel.

¿Cómo va el proceso de la asociación que nació durante la pandemia?

La asociación tiene ya cerca de 100 asociados y nació para apoyarse mutuamente durante la pandemia. Hemos creado una comunidad que se apoya y se ayuda en todo momento.