Eva Casais: "El mural va más allá de una pintura para reivindicar el respeto por los animales"

Ganadora del “Mejor Mural del Mundo” en Street Art Cities

Eva Casais: "Los animales se parecen más a las personas de lo que la gente piensa"

Defensora del arte con un transfondo y reconocida en Vigo por sus trabajos en varios murales y participación en certámenes como “Vigo cidade de cor”, Eva Casais ganó recientemente el concurso de la página web Street Art Cities a “Mejor Mural del Mundo” con su trabajo en la protectora Os Biosbardos, en Ponteareas.

¿Le sorprendió que este mural, que está más alejado de la vista pública al estar en la protectora, ganase el concurso de Street Art Cities?

No me sorprendió por estar más oculto. Me sorprendió porque, al final, nosotros competíamos sin recursos. Es un mural hecho gratis, sin ninguna infraestructura, con materiales donados, y estamos compitiendo con festivales de arte urbano a gran escala, con unas inversiones importantes detrás y con unas fachadas monumentales. La proporción llama la atención por el tamaño, pero al final eso da igual si la calidad está presente. El arte no es solo pintar, tiene que tener un trasfondo detrás, y en este caso nosotros lo teníamos, porque va más allá de una mera pintura para reivindicar unos valores por el respeto de los animales. Creo que eso fue lo que hizo que ganara el mural.

¿Cómo surgió este proyecto?

Tengo un taller de acuarela y una de mis alumnas es voluntaria de la protectora. Un día estábamos charlando, siempre hablamos de la protectora, y así como quien no quiere la cosa me dice: “el otro día estuvimos hablando sobre si te apetecía volver a venir a pintar”. Yo le dije que por supuesto. Subí a Ponteareasy y pinté. Una vez ya lo terminé me animé a presentarlo a la plataforma, para ver si había suerte.

¿Cuál fue la inspiración detrás del trabajo?

Al final quiero dejar claro que no es una humanización de los animales, sino que es una metáfora. Lo que yo trato de hacer ver es que no son tan diferentes a nosotros. Los animales se parecen más a las personas de lo que la gente piensa y quizás lo único que se puedan diferenciar de nosotros es en la comunicación. No pueden comunicarse verbalmente con nosotros, pero pueden sentir exactamente lo mismo que sienten las personas: pueden sentir frío, dolor, amor, miedo… Para mí un ser que es capaz de sufrir es un igual. No los veo tan diferentes a nosotros.

Ahora, que se ha reconocido este trabajo, ¿espera que la gente acuda a Os Biosbardos para ayudar o darle un hogar a los animales que acoge?

Es mi esperanza. Tengo entendido sí que está habiendo muchas llamadas para subir a visitar al mural y me gustaría que la gente entienda que esto es una protectora de animales, que es muy bonito que quieran venir a ver el mural, pero es complicado porque al final se altera el orden diario de los animales y no es fácil. También en la protectora son bastante reacios a dar la ubicación a cualquier persona, porque cuanta más gente sepa la ubicación, hay más posibilidades de que gente vaya a dejar animales abandonados.

¿Cuál fue su parte favorita a la hora de diseñar el mural para la protectora?

Mi parte favorita a la hora de hacer el mural es estar con los perros. Tardé muchísimo más en pintarlo porque si ibas cuatro horas, tres te las pasabas con los perros, acariciándolos, dándoles mimos y, al final, esa es la parte más bonita.

¿Qué diferencia esta obra de otras que realizó con anterioridad?

Bueno, del primer trabajo que hice en la protectora no se diferencia en nada. Al final todo gira en torno a ese amor por los animales, algo que me toca más de cerca. En otras obras las temáticas vienen un poco impuestas por el cliente. Aquí yo tengo una temática libre dentro del mundo animal.

A la hora de diseñar el mural, ¿cómo fue el planteamiento creativo?

Lo que quieres presentar en el mural es lo que allí puedes adoptar, que es un perro y un gato. Lo que trata es un poco de representar todo lo que hay alrededor de la protectora. Podría representar a los voluntarios, pero en el primer mural que hice representé unas manos y en esas manos recogen un gato, un perro, un conejo y una rata. Los voluntarios vienen representados en esas manos.

Esta fue su segunda colaboración con la protectora, ¿habrá más?

Yo soy voluntaria de Os Biosbardos, o sea que claro que es posible. Yo nunca me desvinculé de la protectora y siempre voy a estar ahí para lo que ellas necesiten. Cuando me digan que quieren volver a pintar otra pared, lo haré.

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