Amelia Pérez: "El diálogo social en Galicia no está en la UCI, pero necesita especial atención"
Amelia Pérez (Moaña, 1970) cumplirá pronto cuatro años al frente de la Secretaría General de CCOO de Galicia, la primera mujer con esta responsabilidad.
¿Cómo han sido estos cuatro años?
El balance es positivo, aunque soy consciente de que queda mucho camino. Ese techo de cristal que rompimos en Comisiones Obreras es algo que me gusta poner en valor, es verdad que en el ámbito del Estado tengo más compañeras que dirigen grandes federaciones.
¿Cómo está el techo de cristal en los sindicatos?
Sigue habiendo trabajo que hacer en el día a día. Haciendo autocrítica, en el sindicato sigue habiendo compañeros que les cuesta que una mujer dirija. Somos un reflejo de la sociedad. Soy de las que me gusta ir poco a poco, de manera tranquila, pero sí con cada paso que das demostrando que las cosas se pueden hacer de forma diferente.
Es una sindicalista con historia a sus espaldas. En Vigo lideró la Secretaría Comarcal y aprendió de los históricos.
Tuve la suerte de compartir etapa con mi querido Pepe Cameselle, del que aprendí muchísimo, siempre me decía que le dedicamos muchas horas al sindicalismo, pero no se nos puede olvidar la parte humana. Con Jaime Pereira y con Manel Fernández.
¿Cómo fue el salto de Vigo a Santiago?
Hay una diferencia sobre todo en el plano institucional y de diálogo social. Yo sigo participando en el comité de mi empresa, soy la presidenta de mi comité, es decir, no me he desligado de esa parte y pienso que eso es un anclaje con la realidad. El trabajo es brutal, pero di el paso en su momento, sin que nadie me obligara, y sigo con ilusión porque si no estás convencida y no tienes esa conciencia social no estaría aquí desde hace ya 25 años.
Su empresa es Inditex, una de las grandes de Galicia, y precisamente Comisiones Obreras es fuerte en ese segmento.
Dentro del ámbito de representatividad sindical nuestro cuerpo son las grandes empresas de distintos sectores, desde servicios a industria o construcción y ayuda en el hogar.
¿Cómo está el diálogo social en Galicia?
No está en la UCI, pero necesita especial atención. El diálogo social para mí tiene que conllevar concertación social y creo que eso es lo que le falla a esta Xunta de Galicia. Ellos creen que el diálogo social es tener una reunión para hablar y para mí es mucho más.
¿Y qué hace falta?
Hace poco hicimos una propuesta, UGT y CC OO, en el ámbito de la siniestralidad laboral, estamos muy preocupados por los altos índices de Galicia. Hemos hecho una propuesta de abrir una serie de mesas en materia de igualdad, también en empleo, porque habría que darle una vuelta a las políticas activas de empleo, la realidad es que no funcionan. También en la política social, lo que reclamamos son servicios públicos para poder atender a nuestros mayores.
En el marco laboral ha habido polémica con la propuesta de reducción de jornada.
Lo que le hemos dicho al Gobierno es que, una vez que se ha constatado que hay una imposibilidad de acuerdo tripartito, que se legisle en materia de reducción de jornada. Después de 40 años creemos que ya toca hacer una modificación en esta materia en el Estatuto de los Trabajadores. No es entendible la posición de la CEOE. Hay muchas empresas que ya han aplicado esa reducción de jornada, de lo que estamos hablando es de llevarla a la norma, porque aquellos sectores con mayor vulnerabilidad verían mejoradas sus condiciones.
¿Qué balance hace de la reforma laboral?
En su momento dijimos que quedaban cosas por corregir, pero entendíamos que era el momento de acordar el ámbito de la temporalidad, porque estábamos en unos índices intolerables. La realidad es que se ha acortado esa temporalidad. Hoy en día la norma son los contratos indefinidos. Quedan otras partes, como la parcialidad o el de la reducción.
¿Cómo ve las políticas de desempleo en Galicia?
Cuando habla el conselleiro de que va a depurar las listas no me parece afortunado y, segundo, que el problema del desempleo en Galicia no se reduce a una sola variable. Las políticas de formación no funcionan, los planes personales de inserción no funcionan, yo creo que hay que darle una vuelta todo. No digo que estemos en posesión de la verdad absoluta, pero si en una mesa estamos empresarios, organizaciones sindicales y gobierno creo que entre todos y todas podemos hacer una lectura más ajustada.
Los empresarios se quejan del alto absentismo.
Si para una intervención tengo que esperar 7, 8 o 9 meses y para una resonancia un año, el problema no es del trabajador o de la trabajadora, no se puede generalizar. Cuando hablamos de absentismo habrá que ver qué tipo de empresa, qué tipo de trabajo, qué condiciones de trabajo hay ahí. Lo de las enfermedades musculoesqueléticas es un tema que llevamos reclamando mucho tiempo que se aborde y se está mirando para otro lado. La realidad es mucho más compleja.
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