Alexandre Iglesias: "Pusimos en marcha una consultora textil por la necesidad que había en el mercado"

Alexandre Iglesias (Vigo, 1984) está al frente de Vanvino, una consultora del sector textil que puso en marcha hace dos años desde Vigo y que ya está posicionada en el mercado internacional. La empresa se dedica al asesoramiento, diseño y producción de ropa de cama y baño y mesa con proyectos a medida para alojamientos y marcas de moda y hogar. Su creador reside en París, tiene experiencia laboral como especialista en marketing y comunicación y ahora da el salto al emprendimiento con una marca gallega con la que quiere crecer en Europa.

¿Qué clientela y mercados abarca?

Inicialmente nos enfocamos en el ‘hospitality’ tradicional, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que nuestro cliente potencial estaba en aquellas empresas que están realizando inversiones en nuevos activos de ‘real state’, como el ‘coliving’, residencias de estudiantes o para personas mayores. Abarcamos toda Europa, pero principalmente estamos en España y Francia, que son dos mercados cercanos pero diferentes. El español es de decisión más lenta en comparación con el francés y suele primar el precio a la hora de elegir el producto. Para empresas como la nuestra, gallega, a veces quedamos desbancados por compañías asiáticas. Aspiramos a crecer en ambos mercados y poco a poco abarcar otros en Europa como Italia o Reino Unido de una manera orgánica.

Es una empresa muy joven, nacida en plena pandemia con la crisis azotando la economía mundial.

Sí, es cierto, pero creo que depende mucho del foco que le pongas. Pienso que antes los emprendedores se enfocaban más en el mercado local y a día de hoy tienes la posibilidad de hacerlo en el entorno europeo y de una manera más fácil.

¿Dónde se fabrica el textil?

En Portugal mayoritariamente y algo también en Galicia. Consideramos que Portugal es el país perfecto para producir nuestro textil por su gran experiencia dentro de Europa. Trabajamos sobre todo con empresas del área de Guimaraes.

¿Funciona el concepto de marca gallega fuera de Galicia?

Sí, funciona en España y muy bien también en Francia, sobre todo por estar en el ecosistema europeo.

¿Cómo surgió la idea de crear una consultora para el sector textil?

La puesta en marcha de Vanvino fue identificada por la necesidad que había en el mercado. Inicialmente, pensamos que era sencillo la venta de textil, pero nos dimos cuenta de que no y fuimos perfilando la idea de la compañía hasta crear un servicio para cubrir las necesidades de los clientes y dar un servicio que apoye y complete la gestión de empresas de coliving y residencias, donde hay muchos fondos de inversión que están invirtiendo de una manera muy intensa en estos activos, pero que no cuentan con la estructura de grandes cadenas hoteleras a nivel de compras de textil. Supone un gasto elevado en el presupuesto y tiene que ser rentable.

¿Costó emprender?

Sí, fue duro y lo sigue siendo. Hay que ser constante para llegar al objetivo. El emprendimiento parece más sencillo en la cabeza que en la práctica, pero al ponerse a ello te das cuenta de que las cosas no son tan fáciles. Ahora estoy muy contento porque el negocio está cogiendo forma y me gusta mucho.