La polémica sigue servida y si el martes fue la comunidad portuaria la que alertó sobre que el mal funcionamiento del Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) estaba obligando a desviar mercancías refrigeradas (pescado congelado sobre todo) a otros puertos ante la negativa de las aseguradoras a firmar pólizas, ayer fue la presidenta del Puerto, Corina Porro, quien ratificó esta situación e incluso fue más allá, pidiendo la dimisión del subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, si no era capaz de encontrar un arreglo rápido.