Una alumna del IES Soutomaior, premio extraordinario de Bachiller

Lucía Castrillo obtuvo el quinto puesto en un certamen que solo consiguen 20 estudiantes de Galicia con un expediente ejemplar y que recompensa su esfuerzo con 1.000 euros

Lucía Castrillo, ahora estudiante de “Teleco” en la Universidad de Vigo.
Lucía Castrillo, ahora estudiante de “Teleco” en la Universidad de Vigo.

Lucía Castrillo Sánchez, alumna del IES Soutomaior, obtuvo uno de los Premios Extraordinarios de Bachillerato correspondientes al curso 2023/2024. La Consellería de Educación hizo públicos la concesión de los premios, que se otorgan a tan solo 20 alumnos de toda Galicia. 

“Salí muy contenta porque hice todo lo que pude y conté todo lo que sabía”, explica Lucía sobre sus sensaciones después de realizar la prueba, de la que obtuvo un 32,4 sobre 40, asegurando que fue una experiencia que disfrutó al poder hacer “comentarios con muchas referencias históricas y filosóficas”.

Lucía asegura que participar en una prueba así “es increíble porque pude representar a mi instituto, que es público, de una zona rural y de un sitio pequeño, como es Soutomaior, y lograr estar entre los 20 mejores de Galicia me hace muy feliz”.

La noticia no fue una sorpresa en el centro educativo, ya que Castrillo obtuvo una media en Bachillerato de 9,94 y en la EBAU obtuvo un 13,4. Además, Lucía ya había logrado el mismo reconocimiento en la ESO. “Me decían que lo merecía y lo valoraron muchísimo. Eso es algo que aprecio de ellos porque el instituto no fue solo ir a clase y ya está. Los profesores fueron mucho más que eso. Fueron personas y apoyos muy grandes que supieron transmitir todo su conocimiento y apoyo por las materias muy bien”, asegura Castrillo, quien en la actualidad está cursando el Grado en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación en la Universidad de Vigo.

La preparación de la prueba, que tuvo lugar el 19 de junio, no fue nada especial para Castrillo. “Como fue después de la EBAU tenía todo el temario fresco. Además, yo siempre voy un poco a por todas, así que tenía preparados los temas más complicados por lo que fui muy tranquila a los exámenes del premio”, comenta la joven, que asegura que “fue a probar porque no perdía nada”.

La dificultad de los exámenes era otro de los puntos a tener en cuenta. Lucía relata que eran “diferentes a cualquier examen que hubiera hecho en el curso o a los modelos de examen de EBAU”, además de ser “un formato totalmente diferente”. “Como era distinto a lo del curso hubo algo más de sorpresa, pero no era imposible”, afirma.

A pesar de su buen historial académico y preparación Lucía asegura que el examen que más le costó fue el de matemáticas. “Tuve que recordar cosas del curso. Ejercicios parecidos que recordaba haber hecho con la profesora y que había puesto como ejemplo de ‘problemas superraros’. Pero los vimos un día y quedaron olvidados en la libreta. Fue decir 'lo entiendo' y sacarlo de mi cabeza”, explica Castrillo.

Como anécdota, la joven relata como en la prueba de Filosofía le tocó la peor combinación posible y asegura que “lo peor” es el tiempo limitado para el comentario crítico. “Sabía que no iba a escoger Platón porque lo elige todo el mundo. Y tocó de opción con la peor combinación posible: Kant y Marx. Fui a por ellos, pero escribí absolutamente todo lo que había preparado, hasta la esquina del folio”, relata con humor la sotomayoreña.

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