Obesidad, la enfermedad acompañada del estigma y la deshumanización
Es una afección crónica y multicausal, vinculada a otras 200 patologías más
Ni es un estilo de vida ni se elige: un grupo multidisciplinar de expertos desmontó los clichés que existen en torno a la obesidad, una enfermedad crónica y multicausal con alcance pandémico pero empañada por el estigma, y que requiere de una atención sociosanitaria más humanizada. “Es una enfermedad que no siempre se la tiene en suficiente consideración porque se la banaliza y estigmatiza”, y ese estigma es social y, lo que es peor, sanitario, ha lamentado el presidente de la Fundación Humans y director gerente del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, Julio Zarco.
Lo ha hecho durante la presentación del informe “Haspo: Humanización de la Atención Sociosanitaria a la Persona que vive con Obesidad”, elaborado por un equipo multidisciplinar de expertos desde tres vertientes: la sanitaria, con endocrinólogos, médicos de atención primaria, pediatras o internistas; la psicosocial y educativa -psicólogos, trabajadores sociales o sociólogos, entre otros- y la institucional, con representantes de varias comunidades.
Ana Zugasti, especialista en endocrinología y nutrición y jefa de Sección de Nutrición Clínica en el Hospital Universitario de Navarra, ha recordado que desde 2017 la obesidad se define ya como una enfermedad crónica en sí misma basada en la adiposidad.
Y esta nueva definición implica que es una patología de por vida, lo cual debe incidir en la asistencia y expectativas terapéuticas, y porque ya no debe verse como una cuestión de kilos o peso ideal, sino que debe tenerse en cuenta cómo y dónde se acumula la grasa y la repercusión que esa distribución tiene en la salud.
Aunque se sigue midiendo en términos de Índice de Masa Corporal (IMC), en su abordaje deben medirse otros dos marcadores de pronóstico de desarrollo de otras enfermedades y que hasta ahora no se han usado: el reparto de la grasa y el perímetro de la cintura -que se ha establecido en 88 centímetros para las mujeres y 102 para los hombres-.
La obesidad es un problema de salud pública que ha “recobrado su puesto de pandemia del siglo XXI”, ya que actualmente la padecen 650 millones de adultos, pero para 2030 se estima que esa cifra roce los 2.000 millones si se mantienen las tendencias actuales.
Está vinculada a otras 200 patologías como diabetes, enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal crónica o 13 tipos distintos de cáncer, además de trastornos mentales como la depresión. A lo que se suma una ingente carga económica, ya que representa el 9,7% del gasto sanitario y está detrás de casi 440.000 bajas laborales anuales en España, que es uno de los países europeos con mayores tasas de sobrepeso (37,8%) y obesidad (16%).
La percepción social
Sin embargo, la mitad de la población española responsabiliza de la obesidad a quien la tiene, según una encuesta sobre la percepción de la obesidad en España 2021 de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional. “Una persona con obesidad seguirá siéndolo toda su vida. Nadie con obesidad quiere estar así”, ha garantizado el presidente de esta asociación, Federico Moya, quien ha celebrado que con el proyecto Haspo, impulsado por Novo Nordisk, “por fin se va a escuchar al paciente”.
Tras abandonar la natación de competición y perder poco después a su madre, Federico empezó a darse unos atracones que le llevaron a superar los 180 kilos; el tratamiento que el médico le daba era una fotocopia de una dieta hipocalórica proseguida de un “cierra la boca y anda”. “Hay estigma, frivolización, se minimizan las causas reales y hay sobre todo desconocimiento, porque hay muchos tipos de obesidades”, ha censurado Fernando Fernández Aranda, director de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital Universitario de Bellvitge, quien ha puesto el foco en el impacto en la salud mental de estos pacientes.
Ante este panorama, los expertos urgen un abordaje multidisciplinar e interdisciplinar de la obesidad y una formación en las escuelas y de los propios profesionales para poder humanizar el trato que reciben las personas que viven con obesidad.
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