La obesidad debe evitarse toda la vida, concluye un estudio de Vigo

Miguel Adriano Sánchez Lastra, doctor en Ciencias de la Actividad Física por la Universidad de Vigo.
photo_camera Miguel Adriano Sánchez Lastra, doctor en Ciencias de la Actividad Física por la Universidad de Vigo.
“Nuestros resultados cuestionan la idea de que los niveles moderados de masa grasa podrían ser protectores en las edades más avanzadas", señalan

"La obesidad debe prevenirse a lo largo de la vida, incluso a  partir de los 80 años”. Esta es una de las principales conclusiones del trabajo publicado el prestigioso International Journal of Obesity realizado por Miguel Adriano Sánchez Lastra, doctor en Ciencias de la Actividad Física por la Universidad de Vigo, investigador de la universidad y del Grupo Bienestar y Movimiento ‘WellMove’, del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur.

Sánchez Lastra, en la actualidad completando su investigación postdoctoral en la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte, publicó las primeras conclusiones de su trabajo en un artículo para la citada publicación internacional bajo el título: Composición corporal y mortalidad desde la edad madura hasta la vejez: un estudio prospectivo sobre una cohorte del Biobanco del Reino Unido elaborado en colaboración con otras universidades extranjeras, como la de Sidney, la del Sur de Dinamarca o la de Aarhus (también de Dinamarca). 

En los últimos años, determinados estudios que relacionan la obesidad con las causas de muerte vinieron hablando del posible beneficio de cierta cantidad de grasa corporal a determinadas edades avanzadas, ya que, aun pudiendo ser considerada como obesidad, podría funcionar como una reserva metabólica que contribuyera a aumentar la defensa inmunolóxica y a dotar de una mayor resistencia a él o a la persona anciana. Otros estudios, con todo, indicaron que estos resultados podrían deberse a problemas metodológicos y estadísticos, y no un efecto de protección real.  

Por eso, este estudio parte del anhelo por explicar una asociación que no se comprende por completo hoy en día, que es confirmar si la asociación entre la adiposidad y el riesgo de muerte cambia con la edad y, de esta forma, establecer cuál sería el nivel óptimo de adiposidad para reducir la mortalidad en edades más avanzadas para, finalmente, determinar los riesgos de mortalidad específicos por edad asociados con diferentes medidas de adiposidad. Para eso, emplearon un nuevo método que permite analizar la asociación entre la composición corporal y la mortalidad directamente como una función de la edad.  

Con todo, los resultados obtenidos contradicen estudios previos que informaron de un efecto protector del sobrepeso y una atenuación del riesgo de mortalidad asociado a la obesidad en personas mayores. Encontraron resultados similares, tanto al usar el índice de masa corporal como evaluaciones de grasa corporal.  A pesar de eso -continúa este estudio en el que participó el investigador de la Universidad de Vigo y del IIS Galicia Sur-, “observamos asociaciones atenuadas con una mayor edad en individuos con la obesidad más alta, especialmente cuando se usó como indicador de adiposidad a masa grasa evaluada mediante bioimpedancia, en línea con estudios previos que utilizaron estas mediciones. Con todo, las tasas de mortalidad siguieron siendo más altas que en los participantes de la misma edad con niveles bajos de masa grasa”.  De esta forma, “nuestros resultados, por tanto, cuestionan la idea de que los niveles moderados de masa grasa podrían ser protectores, lo que se basó en la hipótesis de que una mayor grasa corporal podría proporcionar mayores reservas metabólicas para atenuar la fragilidad y las enfermedades en poblaciones mayores”. 

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