Gorbachov, último presidente de la URSS, muere en Moscú

El padre de la “perestroika” falleció a los 91 años “repudiado” por los actuales líderes de su país

Publicado: 31 ago 2022 - 00:45 Actualizado: 31 ago 2022 - 01:13

Mijail Gorbachov
Mijail Gorbachov

El exdirigente soviético Mijail Gorbachov, artífice de los primeros pasos de la Rusia moderna, falleció ayer en un hospital de Moscú a los 91 años de edad, en lo que supone el fallecimiento de uno de los grandes símbolos político del siglo XX, asociado al final de la Guerra Fría.

Gorbachov falleció ayer por la noche “después de una enfermedad grave y prolongada”, según el escueto mensaje público del Hospital Clínico Central de la capital, recogido por las agencias de noticias oficiales rusas.

Dirigió la Unión Soviética entre 1985 a 1991, primero al frente del Comité Central del Partido Comunista y del Soviet Supremo y ya después como presidente. Su carrera culminó en 1991, cuando dimitió tras el acuerdo de disolución suscrito con Bielorrusia y Ucrania, ya con el Telón de Acero en retirada.

Premio Nobel de la Paz en 1990, simbolizaba tanto dentro como fuera de Rusia el fin de una era para la otrora poderosa Unión Soviética y su legado seguía siendo incómodo en ciertos sectores internos, de tal forma que su imagen no se venera tanto como la de otros dirigentes asociados a épocas de grandeza.

SEGUNDO PLANO

El actual presidente, Vladimir Putin, le ha reconocido no obstante como uno de los estadistas más importantes de la historia a nivel mundial, pero lo cierto es que en los últimos años permanecía en un discreto segundo plano político. De hecho, no consta ningún pronunciamiento oficial sobre el actual conflicto bélico en Ucrania.

Gorbachov insistió en marzo de 2021, al cumplir 90 años, en su defensa de la Perestroika, la política reformista que abrió las puertas de lo que hoy es Rusia. Consideraba esta iniciativa, desarrollada junto al Glásnost, su mayor logro político y no lo ocultaba. “Estoy completamente convencido de que era necesaria y de que nos movimos en la dirección correcta”, dijo entonces en una entrevista a la agencia TASS, al recordar una etapa en la que “el pueblo ganó libertad” y se puso fin a “un sistema totalitario”.

Se sirvió de una nueva generación de tecnócratas que deseaban reformar el sistema comunista para hacerlo más efectivo, pero la vieja nomenclatura soviética no dejó de ponerle obstáculos en el camino.

“El pueblo quiere cambios. Ha llegado la hora. No se pueden aplazar por más tiempo”, le dijo en su día Gorbachov al histórico “Mr. Niet”, Andréi Gromiko.

Aun así siguió adelante con la introducción de la propiedad privada, aunque sin renunciar a la economía centralizada; la celebración de elecciones democráticas; la libertad de expresión y de credo; la creación de un nuevo legislativo y la liberación de presos políticos.

En el plano exterior, mejoró las relaciones con Occidente, redujo notablemente el presupuesto de defensa, abrió negociaciones de reducción de armamento nuclear con Estados Unidos y ordenó la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán.

RENUNCIAS Y REVOLUCIÓN

Además, renunció a la doctrina de soberanía limitada en relación con los miembros del Pacto de Varsovia, lo que dio inicio a un proceso revolucionario que culminó con la caída del muro de Berlín, el derrocamiento de los regímenes comunistas de Europa del Este y posteriormente la reunificación de Alemania.

“Gorbi”, como era conocido en Occidente, era recibido como una estrella de rock en Occidente, pero sus compatriotas nunca le perdonaron la desaparición del Estado Soviético y hasta el día de su muerte muchos aún le acusaron de traición.

“Había que luchar por la integridad territorial de nuestro Estado de manera más insistente, coherente y osada, y no esconder la cabeza bajo la arena, dejando el culo al aire”, le echó en cara Vladímir Putin, actual presidente ruso.

En el terreno personal, Gorbachov compartió su vida junto a su mujer, Raisa, fallecida en 1999 y con quien tuvo una hija, Irina.

La fecha del funeral y la magnitud de los homenajes que el Kremlin está dispuesto a brindar ahora a Gorbachov son por ahora una incógnita en un país roto, y en un contexto marcado por la guerra de Ucrania.

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