Los montajes de IA provocan un incremento del ciberacoso
Un estudio refleja que el 40% de los españoles asegura haber sufrido bullying en el centro escolar
Los casos de ciberacoso en España aumentaron de un 10% en 2022 a un 16% en 2023 debido al mal uso de la Inteligencia Artificial a través de la generación de contenidos como los “deepfakes” (contenidos que imitan la apariencia y sonido de una persona). Esta es una de las principales conclusiones del “IV Estudio sobre la percepción del bullying en la sociedad española”, elaborado por Totto y Educar es Todo y que contó con la opinión de 1.708 menores, padres y profesores.
La investigación, presentada con motivo del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar que se celebra el 2 de noviembre, advierte del “alarmante” aumento del ciberacoso en el último año en España, que coincide con la popularización del uso de la Inteligencia Artificial de código abierto, que permite la creación de imágenes, videos y audios que suplantan la identidad de la persona, “una incidencia que no se alcanzaba desde plena epidemia de covid-19, espoleada por el encierro en casa”.
Precisamente, detalló que, en el último año, un acosador pudo utilizar la Inteligencia Artificial para crear y difundir imágenes, videos y archivos de voz en los que “muestra a la víctima en situaciones comprometedoras que no sucedieron, pero que tienen una apariencia solvente de realidad”. En línea con cifras de años anteriores, el estudio indicó que el 23% de los niños y jóvenes sufre bullying en España. Además, cuatro de cada diez de los adultos españoles encuestados asegura haber sufrido bullying durante su etapa escolar.
Consecuencias
Entre estas víctimas del acoso escolar, el 92% afirma que esta situación tuvo consecuencias en su vida, hasta el punto de que el 20% de los encuestados acosados en la infancia reconoce, aún en sus años adultos, que la experiencia lo marcó para siempre; el 38% que dañó su autoestima; el 32% que le hizo más introvertido; al 17% le generó ansiedad; y al 11% le provocó depresión, mientras que el 27% dice que sufrir acoso escolar le hizo más fuerte.
De entre los adultos que fueron víctima en su etapa educativa un 70% dice haber sufrido acoso psicológico, un 46% acoso verbal, un 39% fue víctima de acoso social, principalmente a través de la exclusión, y un 26% recibió agresiones físicas. Entre los adultos que sufrieron de bullying, su manera de afrontarlo conllevó una mezcla de respuestas. Principalmente, el acoso finalizó poco a poco (73%), el 52% reconoce que no supo cómo afrontarlo, el 46% llegó a enfrentarse a los acosadores, el 42% lo contó en casa y el 33% dice que sus amigos le ayudaron a afrontarlo. Sólo el 14% acudió al psicólogo o lo denunció y hasta un 13% tuvo que cambiar de centro y un 9% incluso de barrio.
Los adultos que sufrieron bullying en la infancia contaron cómo vivieron esa situación: el 43% se sintió triste, el 36% solo, el 34% impotente, el 33% inferior, un 12% lloraba constantemente, el 5% pensó que los acosadores tenían razón y un 4% pensó en suicidarse. El 38% de los padres afirma tener constancia de alguna situación de acoso escolar.
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