Galicia, frente al reto de la nicotina entre adolescentes

El uso de vaporizadores y otros dispositivos similares se ha disparado en los últimos años

Un joven vapeando.
Un joven vapeando. | Ricardo Rubio / Europa Press

Durante años se ha pensado que vapear o usar productos como bolsitas de nicotina era una alternativa más segura al tabaco. Sin embargo, la evidencia científica más reciente muestra que, sin importar el método de consumo, el corazón y los vasos sanguíneos siguen pagando el precio.

La nicotina no es un estimulante inocuo, sino una sustancia altamente adictiva que afecta directamente al sistema cardiovascular y contribuye a daños en el corazón y en las arterias.

Dejar de consumir nicotina no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también reduce el riesgo de cáncer, enfermedades respiratorias y otros problemas crónicos, además de mejorar la calidad de vida en general. Cuanto antes se tome la decisión, más rápido comenzarán a sentirse los beneficios.

Cada vez más estudios coinciden en que ningún producto con nicotina es seguro para el corazón, ya sea cigarrillo tradicional, cigarrillo electrónico, tabaco calentado o bolsitas de nicotina oral. La nicotina provoca aumento de la presión arterial, estrés sobre el corazón y deterioro de los vasos sanguíneos, elevando el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud, independientemente del método de consumo.

Jóvenes y riesgo de adicción

Un aspecto que preocupa especialmente a las autoridades sanitarias es la adicción entre adolescentes y adultos jóvenes.

El uso de vaporizadores y otros dispositivos novedosos se ha disparado en los últimos años, incluso entre personas que nunca habían fumado, convirtiéndose en una puerta de entrada a la dependencia de la nicotina. Los sabores atractivos y la fuerte presencia en redes sociales han contribuido a que muchos jóvenes comiencen a vapear sin ser plenamente conscientes de los riesgos asociados.

Situación en Galicia

En Galicia, el consumo de tabaco sigue siendo un problema de salud pública significativo. Aproximadamente uno de cada seis residentes fuma regularmente, aunque las cifras han disminuido gracias a las políticas de control de tabaco y campañas de concienciación.

El objetivo de la comunidad es reducir el consumo diario en adultos por debajo del 15% y en adolescentes por debajo del 5%, mediante leyes que equiparan los vaporizadores al tabaco convencional y prohíben su uso en menores de edad.

Un porcentaje notable de adultos jóvenes vapean, lo que puede iniciar adicción a la nicotina en personas que de otro modo no habrían consumido tabaco. Los menores están expuestos desde edades tempranas, y aunque la edad promedio del primer cigarrillo ha aumentado, sigue habiendo adolescentes que comienzan a fumar alrededor de los 14 años.

Recomendaciones para dejar la nicotina

Dejar de consumir nicotina no es fácil, pero cuanto antes se abandone el hábito, mayores serán los beneficios para la salud. Entre las recomendaciones destacan:

  • Establecer una fecha para dejar de fumar o vapear y comprometerse con ella, marcando metas claras y realistas.
  • Utilizar ayudas farmacológicas aprobadas, como parches, chicles o inhaladores de nicotina, bajo prescripción médica.
  • Buscar apoyo profesional en médicos, enfermeras o servicios especializados en cesación de tabaco.
  • Integrar apoyo psicológico o terapias conductuales, individuales o grupales, para abordar la dependencia psicológica y los desencadenantes emocionales.
  • Evitar situaciones de alto riesgo y compartir el objetivo con amigos y familiares para recibir respaldo y evitar recaídas.

Abandonar la nicotina mejora la salud del corazón, reduce riesgos de enfermedad y aumenta la calidad de vida, y la evidencia científica indica que ningún producto con nicotina es seguro, sin importar su forma de consumo.

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