EEUU prohíbe a Harvard matricular estudiantes extranjeros por "conducta proterrorista"

La Administración Trump acusa a la universidad de fomentar antisemitismo, negarse a colaborar y vincularse con el Partido Comunista Chino

Universidad de Harvard.
Universidad de Harvard. | EP

En una medida sin precedentes que intensifica el enfrentamiento entre la Administración Trump y el ámbito universitario, el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos ha retirado este jueves a la Universidad de Harvard la certificación necesaria para admitir a estudiantes extranjeros, acusándola de "conducta proterrorista" y de crear un ambiente "hostil para los estudiantes judíos".

La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, anunció la decisión en una carta oficial en la que acusa a la prestigiosa institución de negarse a colaborar con el Gobierno y de "perpetuar un ambiente inseguro" a raíz de las protestas en su campus contra la ofensiva israelí en la Franja de Gaza. Las manifestaciones, que se han extendido por otras universidades del país, han sido interpretadas por la Casa Blanca como muestras de apoyo a Hamás y como amenazas a la seguridad nacional.

"Harvard ha perdido el privilegio de recibir estudiantes internacionales al negarse a proporcionar información clave requerida por nuestra oficina", señaló Noem, quien añadió que la universidad ha "promocionado el apoyo pro-Hamás, adoptado políticas racistas bajo el paraguas de la diversidad e inclusión, y permitido la hostilidad hacia estudiantes judíos".

Según la orden, Harvard no podrá matricular a estudiantes internacionales durante el curso académico 2025-2026. Aquellos ya aceptados deberán ser transferidos a otras instituciones o enfrentarán la pérdida de su estatus legal en el país. Noem otorgó a la universidad un plazo de 72 horas para entregar la documentación solicitada si desea recuperar su estatus antes del inicio del próximo curso.

Entre las demandas del Departamento de Seguridad Interior figuran "todas las pruebas de actividad ilegal, violenta o amenazante" por parte de estudiantes extranjeros en los últimos cinco años, así como sus expedientes disciplinarios y cualquier evidencia de acoso o privación de derechos hacia otros miembros del campus.

La secretaria advirtió que proporcionar información falsa o incompleta podría derivar en sanciones penales y civiles. Además, acusó a la universidad de "fomentar la violencia, el antisemitismo y de mantener vínculos con el Partido Comunista Chino".

Noem concluyó su mensaje advirtiendo que "admitir estudiantes extranjeros no es un derecho, sino un privilegio", y afirmó que Harvard "ha tenido muchas oportunidades de hacer lo correcto y se ha negado". A través de su cuenta en X (antes Twitter), llamó a otras universidades a considerar este caso como un ejemplo: "Que esto sirva de advertencia a todas las instituciones académicas del país".

La decisión ha generado un amplio debate entre sectores académicos, defensores de derechos civiles y expertos legales, quienes denuncian una posible politización del sistema educativo y una violación de las libertades fundamentales en el ámbito universitario. Harvard, por su parte, aún no ha emitido una respuesta oficial.

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