El biólogo Charlie Sarria: “Los tiburones están demonizados”
Asegura sentir “paz” cuando se sumerge con ellos y dice que nunca tuvo ningún “susto” con ellos
”Es más probable morir por la picadura de una abeja o la caída de un coco que por la mordedura de un tiburón”, sostiene el biólogo marino Charlie Sarria (Málaga, 1996), que asegura que Hollywood “ha demonizado” a los escualos, pese a que la carne humana, subraya, no es parte de su dieta.
Este joven malagueño intenta a través de su trabajo y su actividad en las redes sociales romper la mala fama que rodea a estos grandes depredadores, aunque hechos como los ocurridos hace unos días en Egipto, donde un tiburón tigre devoró a un joven ruso que se bañaba en el Mar Rojo, no juegan a su favor.
La meca del cine, subraya Sarria, también “ha hecho mucho daño” a la especie, especialmente películas como “Tiburón”, de Steven Spielberg, que hizo que el mundo mirara con terror a los escualos, pese a que el filme, asegura, está lleno de mitos que poco tienen que ver con la realidad.
Este biólogo fue capaz de transformar el miedo al tiburón que le infundió Hollywood por “pasión y admiración” conforme lo estudiaba y ahora hace las veces de guardián de estos animales en su cuenta de Instagram, en la que muestra las entrañas de los mares a sus seguidores.
Este investigador malagueño fundó junto a dos “frikis de los tiburones” Condrik Tenerife, un grupo de investigación que cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias y cuyo objetivo es realizar una base de datos de la presencia de estos animales en el archipiélago.
Ahora, además, trabaja en el desarrollo de la segunda edición del “Vlu Ocean Adventure”, un proyecto con el que busca concienciar a la sociedad sobre estos animales marinos con la participación de actores, músicos y personas influyentes en redes sociales.
Nadar entre tiburones
Sarria, que buceó entre tiburones y otras especies en zonas como las Maldivas y las Canarias, asegura sentir “paz” cuando se sumerge con estos animales y dice que nunca tuvo ningún “susto” con ellos. Solamente “algún que otro cabezazo”, cuenta de forma anecdótica.
Explica que todos los tiburones tienen una serie de patrones de conducta y que “si se sabe interpretarlos” puedes anticiparte a situaciones “que, de otra forma, podrían llegar a ser peligrosas”. El investigador destaca la importancia de los tiburones en los ecosistemas marinos, pues están en la cúspide de la cadena alimenticia y se encargan de regular al resto de especies para que no haya sobrepoblación.
Recientemente, el mundo fue testigo de la fiereza de un tiburón tigre, “una de las especies potencialmente más agresivas”, que engulló a un joven turista ruso a orillas del Mar Rojo ante la atónita mirada de otros bañistas, algunos de los cuales grabaron el ataque con sus teléfonos móviles.
El biólogo malagueño remarca que casos como este son muy puntuales y que es poco probable morir por la mordedura de un tiburón. Se trata de un “caso aislado”, incide el experto, que no debe servir para satanizar aún más a estos animales.
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