“No hay apocalipsis”, un libro contra el alarmismo climático

El activista Michael Shellenberger afirma que la crisis de clima “no se corresponde con la realidad”

Agencias

Publicado: 12 jun 2021 - 03:53 Actualizado: 13 jun 2021 - 02:33

Michael Shellenberger durante un coloquio en la cumbre climática COP23 de la ONU.
Michael Shellenberger durante un coloquio en la cumbre climática COP23 de la ONU.

La “retórica apocalíptica” sobre la crisis climática “no se corresponde con la realidad” y el alarmismo al respecto “nos perjudica a todos” aseguró en una entrevista Michael Shellenberger, activista ambiental de larga trayectoria que publica su libro “No hay apocalipsis”.

Shellenberger, cuyos artículos aparecen en los principales diarios norteamericanos, es el fundador y presidente de Environmental Progress (Progreso medioambiental), una organización de investigación independiente con sede en la localidad californiana de Berkeley, que defiende la energía limpia y la justicia climática. En 2008 la revista Time le nombró “Héroe del medioambiente”. En su nuevo libro afirma que “muchas tendencias van en la dirección correcta” para arreglar la crisis ecológica, por lo que mantener posturas alarmistas es negativo, empezando por el propio planeta, y denuncia “poderosos intereses financieros” que las impulsan aprovechando el “deseo de trascendencia” de las personas.

Por ello, critica a “los activistas del clima que pronostican que miles de millones morirán a causa del cambio climático, políticos norteamericanos que dicen que el mundo acabará si no cambiamos radicalmente nuestras vidas y Greta Thunberg que dice que debemos entrar en pánico”, pues “ninguno de estos argumentos es correcto”, insisitió. Así, Shellenberger indica que EEUU redujo sus emisiones “más que cualquier otra nación desde el año 2000” y que la mayoría de los países europeos “alcanzaron su punto máximo y están disminuyéndolas desde los años 80”, mientras que las naciones en desarrollo “también disminuirán cuando alcancen su punto de riqueza”.

Respecto a los alimentos, “producimos un 25% más de los que necesitamos para sobrevivir y la FAO publicó informes sobre cómo aumentar drásticamente el rendimiento de cultivos pese al cambio climático”, mientras que los fenómenos meteorológicos extremos, “aunque más intensos -en torno a un 5 %- se prevé que serán menos frecuentes -en un 25 %-”. De hecho, las muertes por catástrofes naturales “disminuyeron en un 90% desde 1900” y ello pese al “enorme crecimiento de la población mundial”.

La razón de que exista tanta inquietud se debe según Shellenberger a que algunas organizaciones ecologistas, entre las cuales cita a Extinction Rebellion o EDF, “derivaron en una religión alarmista” y “llenaron sus cuentas bancarias con dinero procedente de intereses energéticos para promover el cierre de las centrales nucleares”. Esto es a su juicio “un escándalo” porque la nuclear es “nuestra mejor fuente de energía: no produce emisiones, preserva el hábitat, no aumenta los precios de la energía y genera grandes cantidades en poco terreno”.

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