viguismo de cuarto milenio

Publicado: 01 mar 2014 - 10:53

Buena noticia: la corte celestial de dioses y monarcas que había infestado el Carnaval vigués ha sido enviada al limbo. Nadie la echará de menos porque nadie entendía su papel. Ni siquiera los más furibundos entusiastas de las tradiciones inventadas -Apalpador y otros- sabían de qué iba el asunto de momos, momiños, reyes y reínas del Entroido Muy Oficial de la Muy Leal.

Lástima que la liquidación del Olimpo mitológico y real no se haya consumado por completo lanzando al Hades al Meco instaurado hace algo más dos décadas atrás por un concejal de cuyo nombre no me quiero acordar, y que con el correr de los años ha devenido en una suerte de falla valenciana. No es lo peor. Ahora se ha convertido en el portavoz del viguismo al estilo Cuarto Milenio. Gran programa el de Íker Jiménez, lastrado –o animado, depende de la visión de cada uno- por algunos invitados convencidos de que todo cuanto ocurre es fruto de una conspiración mundial y de que existen sociedades secretas que lo deciden todo. En definitiva, que el hombre no tiene nada que hacer salvo someterse o resignarse ante fuerzas oscuras que han fijado el destino. Puro determinismo.

El viguismo estilo Cuarto Milenio lo representa muy bien el Meco, erigido en icono de quienes creen que existe una conjura contra Vigo y que las feroces fuerzas del mal tejen noche y día para dejarnos sin aeropuerto o sin sanidad. Inútil debatir con ellos. Y menos con el discurso único que emana del Gran Altavoz Mediático y que se traslada a la opinión pública como dogma.

Vigo es una gran ciudad, pero pensar que todos sus problemas se deben a las conspiraciones que se ciernen sobre ella es reducir la población al infantilismo y ahondar en lo que llamo el proceso de idiotización de la sociedad para en definitiva no afrontar en serio las dificultades ni tratar de resolverlas.

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