Vigoporto

Publicado: 21 ene 2025 - 02:00

En pleno centro de Vigo hay una calle dedicada a la ciudad de Oporto, pronto hará un siglo. No es una calle cualquiera, sino con larga historia gracias sobre todo al edificio que hace esquina con Areal, que ha sido sucesivamente Banco de España, Gobierno militar, Rectorado de la Universidad de Vigo, Alcaldía con Corina Porro y ahora sede central del Consorcio Zona Franca, lo que viene a ser un resumen de lo que ha ocurrido en esta centuria. La calle dedicada a Oporto -y la Cidade de Vigo a la orilla del Duero- señala la importancia de las relaciones entre las dos ciudades, en general más fluidas que las habidas entre España y Portugal. Hasta ahora. El tren Celta entre Vigo y Oporto es un símbolo visible del nexo: no hay otro internacional tan antiguo en Europa. Y también de las carencias como transporte obsoleto. En 1986, las dos ciudades se hermanaron oficialmente y en 1992 constituyeron el Eixo Atlantico de municipios de la eurorregión, otro asombroso vínculo que llegó a tener potencia para ser recibido como representante legítimo de la eurorregion por los presidentes de los dos gobiernos. Pero hoy, las relaciones municipales son nulas.

Vigo y Oporto compiten y eso no tiene marcha atrás como parte del mismo ámbito económico y social. La batalla aeroportuaria ya tiene ganador, con el Sá Carneiro como punto de salida de docenas de rutas internacionales y 16 millones de viajeros. La portuaria todavía está por decidir. Leixoes es una terminal “hub”, en tanto que Vigo sirve a su comarca, pero hay choques inevitables. Según los empresarios, hasta 50.000 toneladas de frutas y pescado se desviaron a Oporto, donde al parecer los trámites resultan más fáciles y hay seguridad en que no habrá retrasos. El pulso sigue y es desigual.

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