Subdelegación perdida

Publicado: 04 feb 2017 - 01:55

A menudo parece que el mundo va al revés, en sentido contrario a la marcha, y esto es precisamente lo que ha ocurrido con la oficina de la Subdelegación del Gobierno en Vigo, que existió cuando era el Gobierno civil, aunque nunca tuvo la utilización que debía para atender a la primera ciudad de Galicia, luego de la provincia. Pero ya no hay.

Cuando la difunta Caixanova decidió hacer obras en su sede central, echó a sus inquilinos, entre ellos el Gobierno civil-Subdelegación del Gobierno, que se mudó a otro despacho muy próximo, en García Barbón. Allí, por ejemplo, atendía a veces la ministra Elena Espinosa, cuando estaba en Vigo, de vez en cuando el subdelegado. Un día, de la noche a la mañana, se cerró la oficina siendo titular el vigués Delfín Fernández. Era 2011. Se dijo que era para ayudar a financiar la construcción de la nueva Tesorería de la Seguridad Social, en obras desde hace uno meses. En 2012, el nuevo subdelegado, otro vigués, Antonio Coello, se encontró con que no había donde despachar en Vigo y que no tenía presupuesto para un local. Así que han pasado cinco años y la Subdelegación del Gobierno de la provincia es más de Pontevedra que nunca, pese a que tres vigueses se han colocado consecutivamente al frente, la ultima Ana Ortiz, que tomó posesión esta misma semana del cargo.

La paradoja -o lo más absurdo- es que mientras la Subdelegación del Gobierno ha desaparecido de Vigo, la Muy Leal ha ido consiguiendo la mayoría de las dotaciones judiciales y administrativas que ha reclamado con insistencia. La provincia seguirá sin normalizar mientras no haya dos sedes. Continuará...

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