Sánchez quiere ir tirando con decretos-leyes

Publicado: 30 dic 2025 - 04:00

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Escribe Marco Aurelio en sus “Meditaciones” “Siempre que censures a alguien como desleal o ingrato, recógete a ti mismo. Porque obviamente tuyo es el fallo si has confiado que tenía tal disposición, que iba a guardarte fidelidad”. Encaja esta reflexión en la situación de Pedro Sánchez, con tres de sus compañeros de viaje, sobre los que descansa la etapa esencial de su carrera política y su llegada al Gobierno, pasados por presidio por delitos comunes, donde quedan dos de ellos, a los que ahora viene a decir que no conocía prácticamente en cuanto a su naturaleza como personas. La patética situación del presidente del Gobierno conduce a una situación peor, la de que sin presupuesto y sin respaldo parlamentario emprende una huída hacia adelante. Pero siempre le quedará el decreto-ley para ir tirando, pero ¿hasta cuándo? A la altura de marzo de este año, a los seis años, nueve meses y 21 días de su mandato ya había firmado 155 decretos. Sánchez gusta especialmente de la fórmula del real-decreto ómnibus, un curioso combinado de contenidos, con frecuencia sin relación entre sí

Como es sabido, en la reciente historia de nuestra democracia, Sánchez es el presidente del Gobierno que ha sacado mayor número de decretos-ley durante su mandato hasta el presente. Pero lo más curioso, como en otros tantos casos, es que era uno de los aspectos que más criticaba a otros presidentes que lo precedieron. Esa situación se ha agravado desde que sus consocios mantienen bloqueada el procedimiento ordinario n el Congreso en cuestiones esenciales, lo que desde que Sánchez está en la Moncloa en torno al sesenta por ciento de las disposiciones se han aprobado como decretos-leyes. Ahora mismo, ha convocado a los miembros de su Gobierno a que, por cada ministerio, presenten iniciativas que puedan acogerse a esa fórmula, al margen del Congreso, y que posean carácter social. Es una forma de ver cómo se puede tirar para adelante.

Lo más curioso es que la Constitución determina que esa repetida forma de salir del paso sólo es justificable “en caso de extraordinaria y urgente necesidad”, por lo que están reservados para situaciones excepcionales y no para evitar tener que explicar en el Parlamento su labor legislativa. Es curioso recuperar en las hemerotecas lo que Sánchez dijera de Rajoy en cuanto al abuso de esta fórmula porque despreciaba al Congreso y en ese sentido, cuando todavía aspiraba a llegar a la Moncloa afirmaba “Propongo dar al Parlamento la centralidad que merece y limitar el recurso del decreto ley a circunstancias indicadas”, decía en 2015.

El profesor Torres del Moral, catedrático de Derecho Constitucional, ha sido uno de los más severos y documentados usos que se hacen del decreto-ley antes y ahora, señalando que, con frecuencia, esas medidas excepcionales carecen de exposición de motivos, o la ocultan o la enmascaran, cuando, como ocurre con el Gobierno de Pedro Sánchez es un recurso ordinario para ir saliendo como se puede de su precariedad parlamentaria y seguir escapando a la convocatoria de elecciones. Advierte Torres del Moral que esa fórmula se usa para afectar en ocasiones a derechos fundamentales, regulan fragmentariamente instituciones diversas. Es más, la fuerza sustentadora de una urgencia puntual en casos concretos no se convierte en la fuerza sustentadora de este método de legislar, habitual y ordinario del Gobierno de Sánchez, Y por no citar que los decretos-leyes no pueden afectar a derechos o libertades esenciales de los ciudadanos. Por su fuera poco, el Tribunal Supremo ha fijado repetidamente que la discrecionalidad del Gobierno no puede escapar a todo control.

El artículo 86 de la Constitución señala que los decretos-leyes deben ser inmediatamente sometidos en los plazos de 30 días de su promulgación, a debate y valoración total de su contenido, y que, en el caso de que no estuviera reunido el Congreso de los Diputados debería ser convocado expresamente. Por su parte, en julio de 2025, el PSOE hacía su propio balance, subrayando que Sánchez había comparecido en 10 ocasiones ante el Congreso y contestado 87 preguntas de control y que el Grupo Socialista había ganado 1.074 votaciones. Entre sus decretos-leyes aprobados subrayaba el de Modernización de la Justicia, el relativo a las consecuencias de la Guerra con Ucrania, el que hace referencia a la suspensión de los desahucios hipotecarios o el relativo a los subsidios de desempleo. Además, la tramitación de 7 Proposiciones de Ley presentadas: la reforma del artículo 49 de la Constitución, la Ley de Amnistía, la Reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, entre otras y la modificación de la ley de Asociación para permitir la disolución de organizaciones que exaltan la dictadura de Franco.

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