Ribeira Sacra, mosaico cortafuegos

En un giro inesperado del destino, la Ribeira Sacra ha demostrado ser un ejemplo de resiliencia y sostenibilidad frente a los devastadores incendios que han azotado España. Esta joya gallega, candidata a Patrimonio Mundial de la Humanidad, revela que el cuidado y el cultivo de la tierra es herramienta eficaz contra las llamas. Son paredes esculpidas por los rios Sil y Miño, dentro de la vecindad de Lugo y Orense que se miran con campos abruptos de vides vigilados por monasterios medievales y románicos. La región es famosa por su viticultura heroica, una práctica agrícola que implica el cultivo de viñedos en terrazas y bancales verticales y que ha puesto en valor no solo la producción de vinos de alta calidad, sino que amansa el fuego con su mosaico de parcelas que dificultan la propagación de las llamas.

La viticultura heroica es una tradición centenaria en la Ribeira Sacra. Esta labor que requiere habilidad y fuerza, también presenta un profundo conocimiento del terreno y del clima con terrazas y bancales en la vertiente soleada de los cañones, perfecta para los viñedos. Tras la ola de incendios que azota el verano español, habla la Ribeira Sacra y dice que la actividad humana puede ser compatible con la conservación del medio ambiente. La región ha sido capaz de mantener su rica biodiversidad y su patrimonio cultural; mientras ha desarrollado una economía local próspera basada en el turismo y la producción de vino. Y tenemos ejemplos como hemos visto en el II Encuentro de verano celebrado en Sober por parte del Club de Periodistas gallegos en Madrid. Surgen apuestas locales como la del pintor y escultor, Modesto Trigo, formador artístico para alumnos y potenciador de los productos naturales gallegos o Elías quien desde el Centro de Alfarería Rectoral de Gundivós recuerda técnicas milenarias con el torno bajo, la cocción con leña y los acabados con resinas naturales. Todo con barro del sitio.

A estas alturas del próximo año España puede aumentar su patrimonio como herencia de la humanidad. Más visitantes, mayor reconocimiento de los productos locales y, sobre todo, modelo para otras zonas que buscan desarrollarse. Este paisaje único con su viticultura heroica y su compromiso con la conservación del medio ambiente hace de esta zona en la Comunidad Autónoma de Galicia un ejemplo a seguir. Tiene muchas posibilidades de ser designada por la Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad. La Ribeira Sacra podrá compartir su riqueza cultural y natural con el mundo y servir de inspiración para futuras generaciones. Pasa agosto, llega la recogida de la uva y los colores otoñales y con el invierno la variante menos conocida del Camino de Santiago que atraviesa la Ribeira Sacra. Ruta utilizada históricamente por los peregrinos que querían evitar las duras nevadas en el Cebreiro durante el invierno. A cambio, seguían esta vía alternativa, que transcurre por paisajes con corcomanes, aves rapaces, jabalíes y espectaculares cañones del Sil y sus laderas cubiertas de viñedos en terrazas.

Este camino descubre a los peregrinos la belleza natural de la Ribeira Sacra; mientras recorren lugares históricos y monumentales que adornan la región. Para muchos, el Camino de Invierno es uno de los caminos más tranquilos y bonitos hacia Santiago al ofrecer una experiencia íntima y menos transitada. Todo parece decirnos que ese camino lleva también a patrimonio común de la humanidad.