Puerto exterior, puerto seco

Publicado: 14 may 2024 - 05:57

El Puerto de A Coruña es el segundo más endeudado de España, más de 270 millones de euros, solo por detrás de la Autoridad Portuaria de Gijón, que alcanza los -285 millones. Es en su práctica totalidad consecuencia de la construcción de Punta Langosteira, que exigió formalizar créditos que hay que devolver, pese a los intentos de amnistía (condonación de la deuda), de momento fracasados al negarse Puertos del Estado. Langosteira había sido hasta ahora un mal negocio y se consideraba el paradigma de dinero mal utilizado, algo así como el famoso aeropuerto de Ciudad Real, donde se enterraron mil millones. Incluso ha dado lugar a ciertas bromas sobre los muelles vacíos cuando hace mal tiempo, negando su condición de puerto refugio, que fue precisamente la causa esgrimida para defender su construcción. Pero ya no. Ahora hay proyectos potentes de inversión pública y privada que van a dar empuje al puerto y a la ciudad de Coruña. Uno de ellos, ya avanzado, Green Port, para elaborar hidrógeno, está promovido la Autoridad Portuaria coruñesa; el otro, la base anunciada por la naviera Maersk, de ponerse en marcha darán un impulso extraordinario a la terminal.

Vigo, con buen criterio, apostó justo por lo contrario, por desarrollar un puerto seco, una base logística en el interior. En concreto a 30 kilómetros, una distancia salvable con buenas comunicaciones, una autovía, al fin terminada, y una línea de ferrocarril, que se construye en estos momentos con una inversión muy importante de la Autoridad Portuaria. Han pasado 20 años de la planificación del Puerto Seco (denominado Plisan) y de momento su resultado se resume en el cierre de la conservera Albo en Vigo y su traslado a la Plisan y poco más. Pero no hay que perder la esperanza: quizá el tren lo cambie todo.

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