Pausa

Publicado: 16 jul 2025 - 08:18

El verano con sus vacaciones es examen peligroso. Nos enfrenta a nosotros mismos lejos del trabajo, del estrés y de la vorágine diaria. Nos hace viajar hacia la introspección dando papel de protagonista a lo que somos. Con su desenganche del resto del año nos invita a reflexionar sobre el tiempo, lo que queremos ser el resto de nuestra vida y cómo administramos ese tiempo. En medio del calor y la relajación, nos encontramos con la oportunidad de evaluar nuestras prioridades y centrarnos en lo que realmente importa: nuestro yo. Es evidente que damos lo que somos y tenemos.

La administración del tiempo es un arte que requiere disciplina y conciencia y ahora podemos aprovechar la sensación de libertad y relajación para reevaluar prioridades y ajustarlas a nuestras necesidades. Nos invade el autocuidado con actividades que vienen a nutrirnos y que nos hacen sentir bien. Disfrutar el presente toca a la puerta y nos presenta sin retoques la foto del resto del año.

Las experiencias significativas para la introspección y la autoconciencia incitan a la reflexión para evaluar nuestras metas y objetivos, y a ajustar el camino para que se alinee con nuestros valores y prioridades. Ver si estamos en la senda, correcta para alcanzarlos nos llega con este ocio del veraneo; y ahí la pausa toma papel de protagonista porque

en un mundo que se mueve a un ritmo acelerado, es aconsejable hacer pausas y tomar tiempo.

Desconectarse de la tecnología, es importante y, más todavía, comprobar que hay seres con miradas a nuestro alrededor. Y no se puede olvidar la simplicidad, una virtud que ayuda a encontrarnos: desde no pensar que vestirnos hasta improvisar el menú playero o de montaña, o simplemente no llevar cartera. La felicidad y la paz interior aparecen y caminamos ligeros apreciando la belleza sencilla, sin nada más que respirar para notar que la vida está.

En la pausa encontramos la oportunidad de reflexionar, recargar energías y hablar para uno con los ojos cerrados y abierto el interior a la calma y a la serenidad.

Aunque parezca contradictorio, la pausa puede mejorar nuestra productividad al permitirnos recargar energías y enfocarnos de manera más efectiva en nuestras tareas. La pausa nos da la oportunidad de dejar que nuestra mente divague y explore nuevas ideas y es fundamental para mantener una buena salud mental, ya que procesa emociones y encuentra paz. La pausa es un concepto fundamental en nuestra vida. Al incorporarla en la rutina diaria, podemos reducir el estrés, mejorar nuestra productividad, fomentar la creatividad y mejorar nuestra salud mental. La pausa nos permite vivir de manera más plena y significativa. Puede ayudarnos a convertirnos en observadores de nosotros mismos. Y la observación es un proceso fundamental para conocernos y también al mundo que nos rodea. Al observar nuestros pensamientos, emociones y acciones, podemos ganar una mayor comprensión de nosotros mismos y tomar decisiones más informadas. Ojalá estas siguientes semanas de verano sean de buena orientación en gentes como Pedro Sánchez, Begoña Gómez, Santos Cerdán, Ábalos, Koldo, Fiscal General del Estado... Y ese largo etcétera que nos han traído a reflexionar sobre lo que somos y lo que podemos ser sin ellos. Al observar nuestras acciones, podemos evaluar si estamos alineados con nuestros valores y metas, y hacer ajustes necesarios para alcanzar nuestros objetivos. Así nos llegue.

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