Nicaragua

Lo que está pasando en Nicaragua con el régimen sandinista de Daniel Ortega vulnera todos los derechos humanos. La libertad religiosa ha desaparecido. Tengo noticias de primera mano que revelan a las claras que se quiere imponer allí una dictadura de lo más férrea. “En total, desde 2018, hay al menos 222 religiosos desterrados, incluyendo 91 monjas. Se ha logrado identificar al menos a 52 personas religiosas y familiares de estas que han quedado en situación de apátrida de facto”, advirtió en un informe la ONG Colectivo Nicaragua Nunca Más.

“El régimen Ortega ha incrementado el hostigamiento a laicos y líderes religiosos. Las agresiones a sacerdotes, obispos, religiosas y la feligresía han sido documentadas por instancias defensoras de derechos humanos, destacándose casos de expulsión de congregaciones y la clausura de organizaciones no gubernamentales religiosas. Los jesuitas de Nicaragua denunciaron la ‘represión sistemática’ del régimen de Ortega. Dolor e indignación un año después de la confiscación de la UCA y la Cáritas nicaragüense”. En su mensaje, los jesuitas reiteraron la necesidad de reparar el daño causado, restituir lo confiscado y restaurar el estado de derecho en Nicaragua. Señalaron que este acto fue una “impune e injustificada confiscación” que ha causado un “invaluable daño al patrimonio científico y cultural de Nicaragua, afectando gravemente el derecho a la educación de miles de jóvenes”.

A través de un comunicado emitido este 15 de agosto, los jesuitas también enfatizan que esta agresión forma parte de un contexto de “represión sistemática” que continúa en Nicaragua, en el que “cualquier persona o institución que resulte sospechosa de no estar de acuerdo con el régimen” es atacada, calificada como “crimen de lesa humanidad” por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua. La Compañía, además, exige al régimen de Ortega que cese la represión y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos, y que libere a los presos políticos. El comunicado concluye reafirmando el compromiso de los jesuitas con una “educación de calidad incluyente, inspirada en el Evangelio”.

Todos los perseguidos y expulsados del país se están refugiando en Roma, incluidos los seminaristas y novicios. Hasta tal punto que el Vaticano se ha visto en el compromiso de recoger a tantos religiosos y religiosas que desarrollaban su vocación en aquellas tierras y han tenido de huir después de pasar algunos por las cárceles nicaragüenses, donde incluso un obispo pasó días encerrado sin consideración alguna.

El clamor mundial sobre la situación es unánime pero Ortega y su esposa, Murillo, hacen oídos sordos a esta injusticia clamorosa. Por lo que se ve, la situación en Hispanoamérica está tomando derroteros muy lejanos de los derechos humanos, de la paz y la concordia para que la convivencia sea llevadera y pacífica, y lejana a los sobresaltos que está aconteciendo en muchos países. Muy triste en pleno siglo XXI estas persecuciones y nuevas dictaduras. Que la Virgen de los Milagros y de los Remedios, así como A Clamadoira protejan a tantos ourensanos que allí están.

Porque cada día nos llegan más tristes noticias de aquella funesta dictadura que afecta a tantos españoles que allí han ido a trabajar y ganarse el sustento. Y sin olvidar a los misioneros que, junto con la Iglesia en general, están sufriendo lo indecible. Incluso refugiándose en el Vaticano o en las cárceles que es el lugar de destino para sacerdotes, seminaristas e incluso obispos. El papa insiste reiteradamente, pero ni caso le están haciendo, como tampoco a todas las autoridades mundiales que claman por tanto dislate.