El necesario bando del juez

Estuvo perfecto y muy oportuno el juez-decano vigués Germán Serrano al reivindicar en el bando del Día de la Constitución la independencia judicial como fundamento de la democracia. Así es. Y se sabe. También se conoce perfectamente lo que ocurre cuando es el Gobierno el que nombra a “sus” jueces o incluso a “su” fiscal, que acaba actuando como un ministro comprometido con la acción política, un hombre de la casa dispuesto a todo. Serrano reclamó confianza en que los jueces cumplen con su obligación, que es aplicar la legislación y llegar con las investigaciones donde sea necesario. Eso pasa ahora en España y es la garantía de que la democracia aguanta pese a todo. Por eso las palabras de Germán Serrano eran necesarias y precisas.

Nadie podría haber imaginado hace diez años que el PSOE se tragara por entero el argumentario de los indepes catalanes, incluido el “lawfare”, pero así ha sido, con la amnistía como colofón. A diferencia del indulto, una medida de gracia que evita o reduce el cumplimiento de una pena, la amnistía asume que no hubo delito y, por tanto, fueron los jueces y el Gobierno los equivocados. Así de grave es.

En el Día de la Constitución, las mejores palabras. Eran necesarias y se dijeron. Destaco el párrafo en el que se refiere a los jueces: “Me desvela que os etiqueten, que os dividan, que os polaricen entre conservadores y progresistas (…) Yo nunca os distinguí: para mí sois todos iguales, hijos de mis entrañas de igualdad y de libertad”, recoge el bando. Y otro momento al final, con el reconocimiento expreso a la judicatura por su trabajo y su independencia: “Sé que lleváis marcada a fuego la independencia, que es lo que mantiene con brillo al Estado de derecho”. Tal cual.