Opinión

Siguen interesados en no enterarse de nada

Han pasado ya un par de semanitas desde la debacle bipartidista y los muy bobos siguen pensando que todo es cuestión de economía, de ciertos errores de designación o del lucero del alba, cuando el ciudadano considera agotado ya un tratamiento vergonzoso del sistema democrático, del que se han valido personalmente, hasta la saciedad. Veamos un ejemplo:  
Leyre Pajín, ex vicesecretaria general del PSPV, ex diputada en Cortes, ex senadora,  ex secretaria de organización del PSOE, ex secretaria de Estado de Cooperación Internacional, ex ministra de algo por aquello del pintoresco feminismo zapateril, ha llegado a cobrar al parecer y simultáneamente durante algún tiempo, de nuestros impuestos, los siguientes emolumentos:
Como senadora 5.500 euros/mes, como secretaria de organización del PSOE (un partido muy organizado) 6.500 euros/mes, por indemnización como ex secretaria de cooperación (¿será autocooperación?) 7.000 euros/mes y en concepto de dietas 1.800 euros/mes, en total unas 20.800 euros/mes, lo que vienen a ser unos 291.000 euros/año, es decir cerca de los 50 millones de pesetas cada añito, o lo que es lo mismo, unas 33 veces el salario mínimo interprofesional, de quienes si trabajan.
Este personaje, senadora por haber obtenido los votos correspondientes para ello, solicitados en gran parte a ciudadanos que malviven con el salario mínimo, o que están en el paro, en este país donde el voto necio es mayoría, se ha situado ahí porque tales damnificados de la fortuna, los muy ilustrados, la han colocado en esa mamandurria.
Pero, ¿quién es Leyre Pajín? Las malas lenguas dicen que es hija putativa de Felipe González. Hay que ver que mala es la gente…
Fue ministra de sanidad, política social e “igual-da”, ha trabajado en la Organización Panamericana de la Salud, sin que al parecer nadie sepa muy bien de que, y dispone de varias condecoraciones, como el premio Rosa del Sur, al parecer “por dignificar la labor del personal expatriado”, o el Dulcinea, “por su dedicación a la prevención del cáncer de mama debido a la ley antitabaco”, siendo la joya de la corona, la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la más distinguida condecoración civil que se pueda otorgar en España por servicios eminentes y extraordinarios a la nación, en beneficio de España y de la Corona, sin que se sepa a ciencia cierta cual ha sido el motivo de tan extraordinario honor, aunque la cosa parece tan absolutamente devaluada que, repasando la lista de personajes homenajeados por tamaño galardón, figuran elementos de la talla de la procesada Magdalena Alvarez, o la “miembra” Bibiana Aido, o el inefable Pepiño Blanco, etc., todos ellos eminentes monárquicos, deudos de grandes servicios a la Corona.
Si, el ciudadano está hasta el gorro de ver como personajillos de medio pelo y de nula eminencia, garrapatas de la política, no solo se forran a nuestra costa, sino que incluso desprestigian las principales instituciones del país con sus mediocres presencias en las mas altas dignidades, enfangándolo todo, a mayor gloria de sus incalificables ambiciones, en un proceder donde unos jalean a los otros a la hora de chupar del bote de nuestras ingenuidades.
De todas formas, siguen confiando ciegamente en la necedad de un pueblo que hasta ahora les ha consentido todo, y que empieza a cansarse de un gorroneo al que poco a poco la presión ciudadana va haciendo cerco y retirándoles su apoyo, hartos de escuchar permanentemente el sempiterno mensaje del enfrentamiento constante sin aportar idea alguna, pasando de apostar por un bando contra el otro, a hartarse de ambos.
El PSOE ha iniciado ya su revolución interna para cambiar la cara de su mensaje, vendida como sabia nueva y limpia de polvo y paja (es un decir), cuando tal pretendido relevo lleva lustros nutriéndose de la ponzoñosa política andaluza a los pechos de Griñan, y todo ello para que nada cambie en el fondo; el PP ni eso. Ambos se dedican ahora a tratar de linchar a "Podemos" a base de descalificaciones personales, mientras CiU hace ver que los problemas de España le son ajenos ante su anhelada independencia, mientras el PNV está a la espera, e IU sigue anclada en la permanente oposición de salón, presa de las subvenciones salvadoras de papá Estado.
No se si los “ciudadanos” “podemos”, en “unión de progreso y democracia” arreglar el asunto, pero que el resto ya solo mueve a interesados, necios o separatistas, parece cada vez mas evidente. 

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