Opinión

El rábano por las hojas

En el escudo de Vigo, en lugar del olivo debería figurar un rábano, ya que nada ilustra mejor la cortedad de miras de sus dirigentes, pasados, presentes y me temo que futuros, para con la ciudad, ya que es sabido que a veces, por tirar de las hojas para coger el rábano, estas se rompen y el rábano (lo importante) sigue enterrado, sin aflorar a la superficie.
Evidentemente el rábano vigués es la capitalidad, cuya reivindicación asusta sobremanera a los partidos mayoritarios, quienes huyen escaldados ante la sola idea de que ello pueda convertirse en un planteamiento serio y en su lugar, cada vez que le ocurre algo a la ciudad por el hecho de no ser capital de provincia, se disponen sistemáticamente a tirar con toda su fuerza de las hojas, volviendo a dejar el rábano enterrado y cada vez mas crecidito. Tras tantas y tantas ocasiones anteriores, ahora le toca al asunto judicial, y como viene siendo habitual en el anhelado cultivo del voto necio, ya los interesados en la pesca en río revuelto han echado las campanas al vuelo, anunciando los mayores cataclismos para la ciudad y fomentando, una vez mas en el paisanaje, su condición de sempiterno llorón a la orden del mantra vigués por excelencia: nadie me quiere, nadie me ama, todos me ignoran, etc., etc. 
De nuevo hay que echarse a la calle con charanga de bombo y platillo ya que nos van a dejar sin “justicia”, se van a llevar todo a Pontevedra, cuando el vigués tenga algún problema habrá de resolverlo en Pontevedra pues aquí acabaran tirando abajo los edificios judiciales, etc., etc., cuestiones todas ellas que siempre tienen un porrón de crédulos dispuestos a ayudar a nuestros impresentables representantes a tirar de las hojas del rábano.
En Vigo es evidente que necesitamos aflorar el rábano (con perdón), en lugar de dejar el campo lleno de hojas rotas cuyo destino no es otro que la podredumbre, y para ello la charanga de pueblo, el folclore y el sempiterno llanto, no son los instrumentos adecuados.
Existen, al menos, cuatro posibilidades de gestión: La primera el partir la actual provincia en dos y haciendo que en Galicia haya una quinta provincia con capital en Vigo, quizá lo mas práctico, pero también lo mas ajeno al actual movimiento de concentración en las administraciones. La segunda la abolición de las provincias, con lo que la unidad administrativa por encima de las ciudades sería simplemente la comunidad autónoma. La tercera el establecer como administración intermedia las Áreas metropolitanas, algo que concretamente en el caso de Vigo se ha solicitado durante años y que actualmente está en el tintero, ya que el actual alcalde no quiere, al no garantizársele personalmente la poltrona, aunque con un mínimo de entendimiento con el resto de ayuntamientos lo tendría garantizado (otro rábano enterrado). Finalmente la cuarta opción es la de solicitar abiertamente la capitalidad de la provincia para Vigo, y ese es el desafío al que no quieren enfrentarse ni PSOE, ni PP, ni BNG. El caso del BNG es evidente, ya que su único activo importante en Galicia es la alcaldía de Pontevedra, sostenida gracias al pacto entre perdedores para repartirse las alcaldías de Vigo y Pontevedra, alcaldía que sostenemos los vigueses. El del PP también es de cajón, ya que toda la cúpula gallega del partido es del clan capitalino, con el presidente del Gobierno al frente. El caso del PSOE tendrán que explicarlo, ya que nunca han querido ni siquiera entrar en tales planteamientos. Pero ese es realmente el rábano, el toro al que coger por los cuernos, el de la capitalidad.

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