Meco Sinkevicius

El comisario de Medio Ambiente y Mar, que probablemente muy a su pesar lo es también de Pesca, dio otro paso hacia el abismo al hacer oficial lo que era oficioso con la aprobación del Plan de Acción Comunitario, que en definitiva, tiene como objetivo acabar con la pesca de arrastre. El texto es claro: la Comisión Europea insta a los Estados miembros a prohibir el arrastre en al menos el 20% de las aguas marinas de cada país progresivamente a fin de garantizar la eliminación gradual de este método en todas las zonas marinas protegidas para 2030. El texto, con el marchamo del comisario Sinkevicius y toda su carga ideológica (es integrante del grupo Los Verdes-Alianza Europea, donde también milita el BNG) no se corta a la hora de definir la pesca de arrastre como "una de las actividades más extendidas y perjudiciales para los fondos marinos y el medio ambiente". Que no haya evidencias científicas de lo que afirma no importa: si la realidad no coincide con los deseos, peor para la realidad, como han podido constatar organizaciones como Europeche o la Alianza Europea de Pesca de Fondo, que llevan tiempo advirtiendo sobre lo que tramaba el comisario lituano que ama el mar y odia a los marinos.

A Sinkevicius no le gusta la pesca, pero ha tenido la fortuna de convertirse en comisario por la regla no escrita de que los responsables marítimos de la UE pertenecen a países con poca o nula tradición costera. Ha ocurrido en el pasado y probablemente seguirá pasando en el futuro, así que no sería raro que hubiera un comisario de Luxemburgo o Austria. El actual es lituano, como antes maltés o de Bulgaria, países cuya relación con la extracción pesquera se limita al consumo de arenques. López Veiga, que conocía muy bien Bruselas, lo clavó con una frase lapidaria: “Los comisarios de Pesca son los más frikis”. El actual se ha ganado aparecer como Meco en la pira y sin posibilidades de indulto.