Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que solo se sustentaba de las hierbas que cogía. ¿Habrá otro para sí decía, más pobre y triste que yo? Y cuando el rostro volvió halló las respuesta viendo que otro sabio iba cogiendo las hierbas que el despreció”… O por ahí va la cosa si no me traiciona la memoria, pues este texto corresponde a uno de los versos nacidos de la pluma de Calderón e incluidos en “La vida es sueño”, cuyo objetivo no es otro que advertir que más vale conformarse con lo que se tiene porque siempre hay otro que lo pasa peor. Lo medita cabizbajo y medio trastornado por su desgracia, el pobre Segismundo en la soledad sombría de su prisión. Se trata por tanto de una primera y probablemente más poética e incluso más optimista versión de la sombría ley que caviló un tipo llamado Edward Murphy que era ingeniero espacial y que al parecer ideó semejante corolario el día en que se le cayó la tostada untada de margarina mientras desayunaba a toda velocidad antes de salir pitando para currar en la base de la Fuerza Aérea donde inventaba artilugios para ayudar a conquistar los cielos.
El mismo Murphy rabiaba al contemplar el carácter que se le había otorgado a su famosa ley que él solo deseaba aplicar a objetos inanimados y pruebas científicas. Pero lo de Calderón –que era clérido por cierto- ya es otra cosa. Aplicando su principio nos podemos considerar felices porque siempre hay otro que lo tiene más chungo. En nuestro caso, los argentinos.
Pedro Sánchez en España y Javier Milei en Argentina han sido elevados a la primera magistratura de sus países respectivos en la misma fecha a uno y otro lado del Atlántico con unas horas de diferencia fruto de la distancia geográfica. El primero fue jugador de baloncesto juvenil en las filas de Estudiantes, mientras el segundo se desempeñó de arquero en las de Chacarita Junior que viene a ser lo mismo. El primero es un mentiroso compulsivo y estafador consumado si bien, puestos a volver el rostro y observar el panorama de la Casa Rosada, uno no sabe qué es peor. Argentina ha tenido que elegir entre susto y muerte lo cual reza tal vez a favor de los argentinos porque entre el ultraliberal economista Milei cuyos planteamientos acongojan, y Sergio Massa, un peronista en 2023 que ya es obsesión, cualquiera sabe qué es más malo. Para empezar, Milei ha dicho que va a tratar de despegarse de Sánchez. En eso y en nada más, coincidimos.
