Las mafias que envían menas tiene montada una estructura muy organizada

Publicado: 12 jul 2024 - 03:35

A 31 de diciembre de 2023, el Registro Central de Extranjeros contaba un total de 15.045 personas de entre 16 y 23 años, con autorización de residencia como menores no acompañados. Aunque los datos son variables, los más fidedignos señala que el 87 por ciento del total son de procedencia magrebí, especialmente concentrados en comunidades como Cataluña. Por otro lado, los propiamente menores o “menas” contabilizados, menores de 18 años, están trufados por situaciones conocidas de quienes se aprovechan para declararse menores, aunque no lo son. En ese sentido, son evidentes los propios vídeos que algunos de estos jóvenes suben a las redes, donde se los ve librándose se todos sus documentos identificativos, en filmaciones que los mismos realizan, de suerte que los expertos diferencian los menas en general de los de procedencia marroquí.

Un menor no acompañado como cualquier otro inmigrante ilegal no sólo busca una vida mejor, sino con frecuencia, simplemente sobrevivir. Pero no es menos cierto que no todos los inmigrantes que desbordan la capacidad de acogida de Canarias, Ceuta o Melilla, tienen el mismo perfil, especialmente la masa de jóvenes en edad militar que llegan de Marruecos. Esta situación en general requiere dos enfoques: Por un lado, las obligaciones que impone el deber humanitario, y por otro, la viabilidad efectiva de ayuda a los países de los que proceden los inmigrantes en situación desesperada, la propia responsabilidad de sus gobiernos, especialmente próxima en el caso de Marruecos, donde escandaliza la riqueza y los dispendios de su rey y familia, y los límites de nuestra propia capacidad de acogimiento. Y por encima de todo, la acción efectiva contra las mafias del tráfico humano, cuyas embarcaciones nodriza hacen de lanzaderas de los cayucos que, con frecuencia dejan abandonados a su suerte cerca de Canarias y otros puntos de la cosa española. Y ahí también operan las mallas marroquíes directamente.

En abril de 2021, gracias a la insistencia de España., Marruecos expulsó a una mujer de nacionalidad española, que dirigía una ONG, por sus conexiones con las mafias del tráfico ilegal de personas. Este hecho fue la evidencia de la estrategia de tales organizaciones para asegurar que las embarcaciones que envían hacia España sean rescatadas a tiempo. La mujer en cuestión llamaba personalmente, de modo anónimo, al centro de Salvamento Marítimo conveniente para dar los avisos. Desde alguna de estas embarcaciones nodriza se han enviados mensajes dando la posición exacta de las mismas una vez que se cortan los enganches de las lanchas que, con frecuencia, pero no siempre, remolcan los cayucos que son dejados a su suerte para que los recoja Salvamento Marítimo o las embarcaciones de las ONG dedicadas a esta labor humanitaria.

El uso habilidoso de las nuevas tecnologías ha permitido un cambio cualitativo y cuantitativo en el negocio de la inmigración ilegal. En ocasiones, recibidos los avisos, Salvamento Marítimo tiene que recorrer largas distancias en travesías de hasta siete o más hora para recoger a los inmigrantes cerca de la costa marroquí o mauritana. El área de responsabilidad de salvamento que la IMO (Organización Marítima Internacional) tiene asignada a España cubre millón y medio de metros cuadrados, aparte de nuestros 8.000 kilómetros de costa. Es en este panorama donde se ha sugerido una mayor implicación contra las mafias de los buques de Acción Marítima de la Armada, Aparte de usar los buques de salvamento, el Gobierno dota a Cruz Roja, a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de fondos cercanos a los 30 millones de euros anuales para que atienda a los inmigrantes que alcancen las costas españolas Los expertos han bautizado con el nombre de “inmigración 2.0” al uso de los móviles o llamadas desde el punto de partida a Salvamento Marítimo español como parte de la logística de las mafias organizadas. Cuando se recibe uno de estos ávidos, Salvamento Marítimo avisa a la Armada y cursa radios para que sean captados por los buques que naveguen por el mar por la zona donde circulan las pateras. En estos cuadros, se establece una especie de cruce de posiciones y son movilizados medios aéreos y otros recursos marítimos de la zona.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles viene denunciando cíclicamente que los equipos del llamado Sistema Integrado de Vigilancia Exterior, adquirido por España, se debe usar con eficacia en acción combinada con los Buques de Acción Marítima que tiene la Armada, para controlar la salida de pateras y embarcaciones de arrastre hacia el archipiélago canario.

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