Los KIBS, los servicios motor de crecimiento
La desindustrialización y la terciarización de la economía está llenando muchas páginas de análisis sobre cómo está evolucionando el modelo de crecimiento económico. En este sentido muchos también indican que no se puede meter en el mismo saco a todo el sector servicios, que es muy diverso, e incluye lo que conoce como KIBS (Knowledge Intensive Business Servicios) o en español SIEC (Servicios Intensivos en Conocimiento), con altas tasas de crecimiento de la productividad y de creación de empleo.
Los KIBS son servicios de alta productividad, complejidad y organización interna. En este grupo se encuentran los servicios intermedios a empresas y las finanzas.
Llama la atención el último estudio al respecto, de investigadores de la Complutense y la Autónoma de Madrid (Rafael Fernández, Adrián Rial y Andrés Maroto), publicado por la Revista ICE del Ministerio de Economía, que concluye que “no es fácil que la terciarización sin industrialización pueda actuar como motor de crecimiento”, porque los servicios que se ven más beneficiados por la pérdida de empleo en agricultura e industria son los que presentan un nivel más bajo de productividad, comercio, transporte y servicios personales.
El estudio analiza el proceso de desindustrialización prematura que afecta a economías en desarrollo y su desplazamiento a actividades de servicios, que podrían mermar las posibilidades de crecimiento de estos países y aconseja “políticas sectoriales destinadas a extender y fortalecer el tejido industrial”, porque “la industria es el motor de crecimiento” y “si ese motor se para o su tamaño no llega a ser suficientemente grande, la dinámica de crecimiento se ralentiza”.
Las conclusiones son reveladoras. Los investigadores concluyen que los efectos de la desindustrialización sobre el desarrollo dependen de que el sector manufacturero sea reemplazado por servicios que tengan potencial de actuar como motor de crecimiento. En el caso del análisis que han realizado para 45 países, los servicios más productivos presentan una participación “casi residual y sólo crece a partir de niveles de renta por habitante relativamente elevados”. A ello añaden que el empleo en este grupo de KIBS “tiene una participación más alta y una evolución más favorable en las economías que aún se mantienen dentro de una senda industrializadora”.
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