Inicia hoy Alberto Núñez Feijóo (ANF) su último mandato en su cuarta mayoría absoluta, superando así a Felipe González (tres) y empatando con Manuel Fraga, que logró otras cuatro. La quinta la perdió por apenas un millar de votos, aunque jugaba con todo en contra: 16 años de gobierno, la marea negra del “Prestige” y su edad, entonces 82 años, que le habrían llevado de completar la legislatura hasta los 86, demasiado incluso en un sistema como el español donde no hay límites y los candidatos pueden presentarse todas las veces que quieran. O que puedan.
Feijóo encamina sus últimos cuatro al frente de la Xunta, como él mismo ha asegurado de forma rotunda: no habrá más. Y eso significa un par de cosas. Por un lado, que cuenta con un respaldo muy importante -el mayor obtenido en las cuatro veces que se presentó- para poder hacer y deshacer con la ambición que considere y sin el freno que supone tomar medidas que puedan ser poco populares ante las urnas.
Y por otro, vamos a estar muy entretenidos con la historia de su sucesión, que supongo no se resolverá hasta los dos últimos años -la lista previa es larga, Rueda, Puy, Pastor y otros-, y no mediante “dedazo”, fórmula de la que dijo abominar y que a Mariano Rajoy sólo le dio problemas de legitimidad. ANF, lo ha recordado él mismo en varias ocasiones, logró la presidencia del PPdeG tras un congreso abierto, rápido y sin “aparato” moviendo los hilos, al que se presentaron cuatro candidatos, uno de ellos hoy presidente de la Autoridad Portuaria. Y le fue muy bien: cuatro años de oposición en solitario al frente de un grupo cohesionado y presidente del Gobierno gallego a la primera y durante cuatro legislaturas seguidas. Comenzamos.
Feijóo encamina sus últimos cuatro al frente de la Xunta, como él mismo ha asegurado de forma rotunda: no habrá más. Y eso significa un par de cosas. Por un lado, que cuenta con un respaldo muy importante -el mayor obtenido en las cuatro veces que se presentó- para poder hacer y deshacer con la ambición que considere y sin el freno que supone tomar medidas que puedan ser poco populares ante las urnas.
Y por otro, vamos a estar muy entretenidos con la historia de su sucesión, que supongo no se resolverá hasta los dos últimos años -la lista previa es larga, Rueda, Puy, Pastor y otros-, y no mediante “dedazo”, fórmula de la que dijo abominar y que a Mariano Rajoy sólo le dio problemas de legitimidad. ANF, lo ha recordado él mismo en varias ocasiones, logró la presidencia del PPdeG tras un congreso abierto, rápido y sin “aparato” moviendo los hilos, al que se presentaron cuatro candidatos, uno de ellos hoy presidente de la Autoridad Portuaria. Y le fue muy bien: cuatro años de oposición en solitario al frente de un grupo cohesionado y presidente del Gobierno gallego a la primera y durante cuatro legislaturas seguidas. Comenzamos.
