Informe Ardán, muy clarito

El informe Ardán, nada sospechoso por su origen, Zona Franca Vigo, ni por sus fuentes, su base de datos, es el mejor espejo de Galicia: entre las 20 primeras empresas por facturación solo aparecen dos de Vigo, Stellantis, en el segundo puesto, y Nueva Pescanova, que pierde terreno y ya es la 17. Inditex, el gigante de Arteixo, supone más de la mitad de las firmas del Top 20 a través de las distintas compañías separadas del tronco principal. Sumaron en conjunto unos 17.000 millones de euros, mientras la factoría de Balaídos, que tuvo en 2021 un buen año, se quedó en 7.200 millones. En los últimos 20 años, Vigo ha ido perdiendo terreno y Ardán se ha limitado a levantar acta.

Desde hace medio pasado siglo Vigo vive de lo mismo, primero con Citroën, luego con PSA y ahora con Stellantis. Pero no es exactamente igual: la primera era una empresa creada con capital mixto francés y español, que más tarde pasó a manos íntegramente de Peugeot y PSA. Todavía era un grupo reconocible, aunque Balaídos dejó de ser la única planta al añadirse la factoría de Peugeot en Madrid. Más tarde se incorporó Portugal al Polo Ibérico. Y la fusión con Opel y otras marcas supuso incluir otro invitado de peso, Zaragoza. Para fortuna local, el centro de mando ibérico se ha quedado en Balaídos, signifique lo que signifique.

Así está Vigo y no es de hoy. Pero al contrario del siglo XX, cuando todo era posible, la ausencia de otro gran tractor ha llevado a la situación más peligrosa: el monocultivo. Turismo, servicios y pesca ayudan, pero Ardán lo ha dejado claro: un desierto detrás. Este viernes el alcalde de Oporto, Rui Moreira, diez años en el cargo, señalaba que su ciudad había logrado atraer grandes inversiones, lo que no veía en Vigo, e incluso se preguntaba por qué no había un apoyo real al AVE hasta Portugal y al Camino a Santiago que parte del Norte luso y atraviesa Vigo. Como diría su paisano Mourinho, ¿por qué?