Galicia necesita al PSdeG

El PSOE alcanzó en un pasado no tan lejano grandes resultados en Galicia, e incluso llegó a ser el partido más votado en una ocasión, siendo secretario el vigués Gonzalo Caballero, pero en los últimos procesos va de bofetón en bofetón, con notables excepciones municipales en las ciudades, aunque con la pérdida de la Diputación de Pontevedra. En las generales últimas salvó la papeleta, pero desde entonces las cosas han ido a peor, también en Vigo y en la provincia de Pontevedra, uno de los feudos más socialistas en toda España, como recuerda no sin razón David Regades. En las autonómicas, fracaso absoluto e incluso el BNG fue más votado en Vigo por vez primera en la historia local. A nadie le pudo extrañar: la campaña personal del alcalde en apoyo del PSdeG fue insuficiente para salvar un candidato de poca pegada, recién recuperado del laberinto judicial en los que estuvo metido y que optó -probablemente fue una decisión de más arriba- por hacer nula competencia al BNG, que así vio como su granero se llenaba con votos que en otro caso habrían ido al socialismo. El exsecretario Formoso lo clavó al día siguiente de las elecciones, tras el fiasco: “Está claro que no pusimos el acento en que más BNG es más PP en la Xunta”. En las europeas, lo mismo, aunque superando al BNG en la batalla de perdedores, pero con ocho puntos menos que en la anterior cita comunitaria. Y el panorama no parece que vaya a cambiar: el PP, en parte gracias a las nefastas políticas de Doc PS, ha logrado ocupar el centro y la derecha, sin competencia, y el BNG está fuerte, con un mensaje claro y liderazgo consolidado pese a sus líos internos y las desautorizaciones evidentes de Ana Pontón, a quien los coroneles de la U tienen vigilada y han acusado de “presidencialista” y “producto de márketing”, que suena lo más parecido a una excomunión. Veremos cómo termina.

David Regades acaba de ser elegido para un tercer período como secretario provincial, con mando en plaza y de nuevo en unas primarias sin contrincantes, como pasó en el PP vigués con su presidencia local, lo que se puede traducir en que los militantes están a otra cosa. Regades, un hombre prudente y de muy buenas formas, lo que es muy de agradecer en estos días de populismo rampante, sabe lo que se hace y el terreno que pisa y ser al mismo tiempo delegado de Zona Franca le ha dado influencia: el consorcio vigués por vez primera se ha expandido más allá de su área metropolitana con actuaciones y proyectos en Cuntis, Poio o A Cañiza. Este fin de semana logró la foto de todos los alcaldes del PSOE en la provincia, apoyándole de forma expresa. Galicia necesita un PSdeG potente para que haya alternativa, que es lo que define a una democracia y la diferencia esencial con los regímenes autocráticos e iliberales.