Feijóo sube, Sánchez baja

Publicado: 10 jul 2025 - 02:45

Los congresos, los comités federales o las juntas directivas de los partidos se hacen a mayor gloria del líder, porque de lo que se trata es de reforzar la imagen de unidad y fortaleza de las distintas formaciones. Pero esta vez, al PP le ha salido mucho mejor que al PSOE, porque Sánchez no limpia el fango de la corrupción con su operación de cosmética del comité federal, mientras que el PP engrandeció el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo en un congreso de reafirmación electoral del partido que ganó los comicios de 2023.

La habilidad de Sánchez para mimetizarse con una supuesta normalidad a día de hoy imposible le saltó por los aires con más denuncias de acoso sexual. Todo su postureo le servirá para ganar unos días, unas semanas o unos meses porque tarde o temprano tendrá que convocar elecciones, sobrepasado por los casos que le acechan a él, a su partido o a su familia. En este momento decisivo de Legislatura, el pleno del Congreso de este miércoles sólo constatará el mal clima de la democracia española y la necesidad de una regeneración urgente. Sánchez envolverá sus manchas en retórica internacional y seguirá adelante por necesidad personal en busca de blindaje judicial. El líder del PP tiene bien engrasada la maquinaria de Génova ante un eventual adelanto electoral, porque todo lo que está haciendo Sánchez es electoralismo con los salarios de los funcionarios, la vivienda, su perfil inexistente de estatista mundial y paladín pacifista, y sus medidas de maquillaje en un partido roto. El objetivo de Pedro menguante es garantizarse el aforamiento y optar a reproducir su actual mosaico de pactos contra natura, porque en el fondo sabe que con la corrupción, las putas y el sobresalto diario del escándalo no hay paz para los malditos ni urnas que lo resistan.

Alberto Núñez Feijóo ha pacificado un PP muy poderoso, que cuenta con mayoría absoluta en el Senado y con mayoría simple en el Congreso, y que tiene la mayor parte del poder municipal y autonómico en España. Los dos delfines más reconocibles, JuanMa Moreno e Isabel Díaz Ayuso, han contribuido a un Congreso tranquilo en torno al líder. En cambio, Sánchez aparece como un presidente quemado, un líder sobrepasado, un marido achicharrado y un hermano amenazado. El sudoku de la izquierda está a punto quebrar, mientras que el de la derecha está a punto de cuadrar, mientras Feijóo se lanza a por 2 millones de votos de PSOE y Vox. Le bastará, como dicen las encuestas decentes y no la factoría de propaganda del CIS, sumar más escaños que toda la amalgama socio-comunista-separatista-bilduetarra para poder gobernar en solitario y aspirar a una investidura a la que Vox no se puede negar. La otra vía, si Sánchez se empeña en impedir la alternancia a través de elecciones previa cuestión de confianza, como pidió Page, es el riesgo de una moción de censura que puede resultar, pues el PNV, Podemos y demás socios saben que se trata de o ellos o Sánchez. Por tanto, podemos decir que a esta altura de Legislatura para Sánchez pinta mal, y para Feijóo muy bien. Pero Alberto, no te confíes como en 2023 porque el Frankenstein es capaz de todo. Ya me entiendes...

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