Elecciones generales, no hay más
Galicia, y concretamente el Gobierno de la Xunta de Galicia presidido por Alfonso Rueda, debería ser ejemplo y modelo de gestion de saber dotar de unos presupuestos aprobados a su Comunidad Autónoma en tiempo y forma.Incluso mi provincia, Ourense, también con unos presupuestos aprobados por la Diputación provincial en plazo, (y presidida por Luis Menor, que no gobierna con mayoría absoluta) sería otro solido ejemplo complementario de gestión, diálogo, responsabilidad y rigor. Y le hago esta breve introducción a los asesores de Moncloa, y a la ministra de Hacienda, para que tomen nota e intenten aprender algo. Malo será.
Y es que, si se vuelven a prorrogar los Presupuestos Generales del Estado por tercera vez, Pedro Sánchez debe convocar elecciones generales. El Gobierno de España no puede ser un lastre constante para la economía, dañando nuevamente a nuestra ya frágil y cuestionada democracia. Lo cual, nuevamente, pondría en evidencia el deterioro institucional derivado del sometimiento a las incoherentes e irresponsables políticas del Gobierno de Sánchez. En definitiva, los presupuestos vigentes están obsoletos ante el nuevo panorama internacional, marcado por el conflicto de Ucrania y el cambio en la política de apoyo de Estados Unidos a Europa. Con lo cual, nuestro país se está quedando fuera de juego en diferentes parámetros, como son nuestra competitividad, la política presupuestaria de Defensa y la autonomía estratégica, para garantizar así nuestra sostenibilidad económica y financiera. España debe asegurarse en unos nuevos presupuestos, tres líneas de actuación imprescindibles; la disciplina fiscal, la actualización de los tramos del IRPF y la gestión de los fondos europeos. Y a sabiendas que la primera preocupación de los españoles, la vivienda, saldrá tremendamente penalizada (aún más) si se prorrogan nuevamente los Presupuestos Generales del Estado.
Y es que, la vivienda, la ingeniería civil y las infraestructuras fundamentales, que son sectores esenciales para la economía española, se ven perjudicados constantemente por la falta de unos Presupuestos Generales del Estado actualizados. Recordando que, sectores, como el de la construcción o el sector de la vivienda, son altamente sensibles a la estabilidad política y económica, y pueden verse afectados por la incertidumbre jurídica derivada de la prórroga, lo que implica una limitación adicional sobre la necesaria inversión, tanto pública como privada, que se ha de realizar en vivienda. En concreto, y según recientes informes, se estiman en unos 380.000 millones de euros de inversión para cubrir el déficit estructural de vivienda en España, que rondaría los 2,2 millones de unidades hasta 2040.
Este negativo escerario económico-politico-social, vendría dado por la falta de un marco financiero estable que puede derivar a una reducción en la inversión pública en viviendas asequibles y proyectos de renovación urbana. Además, si la incertidumbre se traduce en un aumento de los costes de financiación debido a la percepción de riesgo por parte de los inversores, esto podría encarecer las hipotecas y préstamos para los compradores de vivienda, reduciendo la demanda en el mercado inmobiliario y exigiendo un esfuerzo adicional de inversión pública en vivienda asequible.
Conclusión: la agonía política y personal de Pedro Sánchez no puede trasladarse a la agonía de todo un país.
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