Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
Seguramente a muchos les habrá sorprendido esta nueva faceta de la vida del futbolista Sergio Ramos que ha presentado un vídeo en sociedad que lo acredita como aspirante a estrella en la nueva modalidad pop que tanto se lleva. El todavía activo futbolista, tras abandonar el Real Madrid estuvo un tiempo en el PSG que no sirvió para recuperar su influencia perdida en el fútbol internacional, y acabó haciendo las maletas y marchando a México donde, enrolado en las filas del Club Monterrey, ha jugado las últimas temporadas y todavía hoy debe pertenecer a la disciplina del equipo blanquinegro salvo que se hayan producido en la situación, cambios de última hora.
La puerta giratoria que conduce a profesionales del balón hasta introducirse en el mundo del espectáculo no es ni mucho menos nueva y en nuestro país estamos asistiendo al fenómeno Joaquín, que empezó protagonizando un curioso programa por entregas y que ahora es una de las estrellas de la tele desarrollando un amplio abanico de intervenciones esta vez acompañado de todos sus familiares. El último episodio de esta nueva carrera en el arte del entretenimiento es un espacio concurso presentado al alimón con su esposa. Si vamos a acabar de Joaquín y de su humor andaluz hasta las cejas el tiempo lo dirá pero por el momento es lo que ha hay. En la línea musical está también el ex guardameta del Celta y del Barcelona, José Manuel Pinto, otro andaluz que es ahora referencia obligada en la producción y elaboración de música tecno o como se llame.
Dicen las malas lenguas que Sergio Ramos está tieso y necesita angustiosamente recuperar sus arcas depauperadas. Eso dicen y uno no está en disposición de negarlo o respaldarlo. Tampoco lo está para emitir un juicio de valor sobre ese dramático canto a la diosa Cibeles que el defensa sevillano ha elegido para irrumpir en el terreno musical. Solo puedo decir que la letra del tema suena a crítica en la persona de Florentino, el presidente que le negó la renovación tras un largo tira y afloja que acabó con Ramos haciendo el petate y dejando en Madrid a Pilar Rubio, su mujer, mucho más interesada en mantener intacta su brillante carrera en la imagen y la moda que en seguirlo por esos campos mundo adelante. A mí su música nada me dice y de ese estilo en clave de letanía dramática que triunfa ahora nada entiendo. O sea, igual triunfa por todo lo alto. Yo no doy una.
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