Julia Navarro
Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces
Es la vida una discusión permanente y un debate perpetuo y así es como debe ser porque de no serlo, la vida sería un aburrimiento. El debate está en cada rincón de la existencia doméstica y salta en cada recodo del camino como saltan los errores, los aciertos, los amores y los desamores. Y si no los hay, se sacan de la manga y se inventan para seguir haciendo camino al andar.
Días de debate y de gloria nos esperan y nos ayudan a hacernos mayores, incluso nos descubren aspectos muy desconocidos para los que no somos expertos en nada como por ejemplo servidor, que no tenía ni la más remota idea de que Miguel de Cervantes podría ser homosexual como ha puesto de manifiesto Amenábar en una película de más de dos horas que podría haber contado cómo se le ocurrió el Quijote cuando estaba preso por malversación de cuentas públicas en una prisión de Sevilla pero que ha preferido pararse en su juvenil cautiverio en manos del moro, ofreciendo cancha abierta a un solemne e intenso debate sobre su condición sexual que ha convertido esta nueva muestra del cine de Amenábar en una película de la que todos hablan y de la que todos opinan desde los que no tenemos ni autoridad, ni conocimiento, ni puñetera idea, a los sesudos catedráticos de Filología, Literatura y Historia que se han pasado treinta años estudiando al microscopio el universo cervantino. Personalmente y ahora que me he caído del guindo gracias al realizador madrileño, tengo mis propias conclusiones sobre esta cuestión que, sin embargo, no me parece trascendente y sospecho que tienen la misma incidencia en el genio alcalaíno y en su producción literaria que la pérdida del movimiento de su brazo tras la batalla de Lepanto. O sea, nada. Yo antes tenía el pelo negro y ahora lo tengo blanco y sigo escribiendo igual de bien o igual de mal. Más bien mal que bien.
Y para debate, el que ha montado el papá de Lamin Yamal, tras la concesión del Balón de Oro, lo bien que estaría callado este señor. Ser padre de estrella le está sentando fatal y se la está liado todos los días con un chaval que va para figura universal pero que solo tiene dieciocho años. En definitiva que si no hay vida no hay debate.
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