Julia Navarro
Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces
Ahora que todos hemos recobrado la tranquilidad sabiendo como sabemos que el presidente del Gobierno no ha desaparecido sino que se encuentra descansando durante este mes de agosto en Tenerife, y ahora que ya han regresado a casa los atletas destacados en París, apenas nos quedan cuestiones con las que debatir. Si acaso, polemizar sobre la actuación de la delegación española que se ha vuelto a casa con dieciocho medallas –cinco de oro, cuatro de plata y nueve de bronce- que a algunos les parecen suficientes y para otros no se corresponden con nuestro PIB cuya entidad demandaba veintiuna según los estudios comparativos.
Sánchez ha desmentido con su repentina aparición, las insidiosas sospechas de que se había dado a la fuga angustiado por la intensidad del estado político de la nación y algunas cuestiones relacionadas con su ámbito personal. Una caravana de vehículos de alta gama, flanqueados por otros de seguridad como escudo han traspasado las puertas de la residencia La Mareta en Lanzarote –un palacio de 2.000 metros cuadrado que el rey Husein de Jordania compró para su hijo cuando se casó y que cuando se hartó se lo regaló al rey Juan Carlos- para dar paso al presidente y su familia dispuestos a disfrutar lo que queda de mes en santa paz estival y de paso desmentir los supuestos de su fuga marroquí. Óscar Puente se ha quedado en la garita seguramente con la encomienda de largar todo lo que hay entre el paladar y la lengua para tener al personal entretenido y así, mientras a él se le pone a pan pedir por lo del Talgo y otros horrores del servicio nacional de ferrocarril, el personal se olvida del ridículo de Puigdemont, los jueces del no a la amnistía, la manipulación del TC, Koldo y sus negocios, los manejos de Begoña y los empleos de pega del hermanísimo que le estaban amargando la vida. Septiembre está lejos y el pueblo español tiene la memoria frágil.
Por tanto y para ir tirando en las tertulias de playa y en los anocheceres de sardinas, lo que nos queda es la sorprendente separación de Álvaro Morata y Alice Campello que nos ha dejado a todos sobrecogidos. Una pareja ejemplar, con ocho años de relación a cuestas y cuatro hijos, se separa cuando parecía la viva estampa de la dicha y cuando el destino de él era Italia patria de su mujer… No hay explicación posible y el tema tiene enjundia.
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