La cuadrilla de Junts y el compañero Boyé
Como una cuadrilla de delincuentes en torno a un colega, los del Junts, entre ellos varios parlamentarios, han acompañado al abogado de Puigdemont, el chileno Gonzalo Boye, que tiene entre sus clientes al narcotraficante Sito Miñanco. Y en el colmo de la desvergüenza los del Puigdemont dicen que el proceso de Boye se sale de la jurisdicción penal ordinaria, y que es una persecución política dado su perfil de abogado de Puigdemont, y le llaman “compañero”. Pero olvidan que este “compañero” en 1996 fue condenado por la Audiencia Nacional a 14 años de prisión por colaborar con ETA en el secuestro del industrial Emiliano Revilla, de los cuales cumplió seis hasta 2002. Y en su breve estadía en la cárcel aprendió mucho, pues es la mejor escuela de delincuencia. En diciembre de 2020 fue procesado por un presunto blanqueo de capitales para el narcotraficante Sito Miñanco.
En el año 2016, el director y productor español Sebastián Arabia, hizo una película documental sobre su vida porque daba para ello. En 1992 fue detenido junto con otras tres personas más de nacionalidad chilena, como sospechoso de haber participado en los secuestros de Emiliano Revilla y Diego Padrón y Colón de Carvajal, hermano de Manuel Prado y Colón de Carvajal, ambos perpetrados por la banda terrorista ETA. Tanto Boye como el resto de los detenidos fueron acusados de pertenecer al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Estudio Derecho en la UNED aprovechando su estancia en prisión. Esto le ayudo a obtener mejoras penitenciarias y abrir el camino hacia su libertad, sin cumplir la pena completa. Se hizo conocido por los procesos en los que intervino, defendiendo a sujetos cada vez más polémicos, hasta llegar al narcotraficante Miñanco y a Puigdemont. Defendió, con escaso éxito, a Rodrigo Lanza, que acabó fue condenado en firme a 5 años de prisión por agredir en febrero del 2006, a un guardia urbano de Barcelona que quedó en estado vegetativo irreversible. Todos sus clientes tienen perfiles semejantes, como el rapero Josep Miquel Arenas Beltrán, conocido como Valtònyc, acusado de enaltecimiento del terrorismo e injurias al rey de España.
Boye es polifacético y fue cofundador y editor de la revista satírica Mongolia, que lanzó su primer número el 23 de marzo de 2012. También es el editor del blog Contrapoder, dentro del diario digital eldiario.es del que formaba parte de su consejo de administración. Ahora está acusado de haber puesto toda su experiencia al servicio de Sito Miñanco, en orden a conseguir que la red del narcotraficante Sito Miñanco recuperara casi 900.000 euros que le fueron incautados en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Pero la plana mayor de Junts lo arropa sin fisuras y acusa al Estado de haber montado una operación sin fundamento para apartarlo del ejercicio de la abogacía, al tratar de imponerle una condena de 9 años y nueve meses de prisión por blanqueo y narcotráfico. Junts no tiene escrúpulo alguno con el caso y respalda las propias palabras del chileno, quien dice que lo que se pretende es que sea ilegal lo que en todo caso es ejercicio ordinario de su oficio. Y ahí cuenta con el respaldo de Junts, cuyo vicepresidente Josep Rius, se remonta sobre el caso y lo reduce a un “juicio político”, “de montaje con motivaciones políticas”. ¡Increíble cinismo!
Miñanco lidera y lo siguió haciendo desde la cárcel y en las funciones sociales que le impusieron como complemento de una de sus condenas de las más sólidas del mundo criminal. ¿Es que los de Junts lo ignoran y el Boyé forma parte de la familia, como parte del equipo de Miñanco y por eso y su solvencia es muy respetado “por su seriedad comercial” en el mundo criminal? Por eso elige a sus colaboradores como Boyé. En el juicio donde se le implica de ha explicado que, en la organización cundió el nerviosismo, al ser confiscado en aeropuerto de Madrid Barajas a cinco de los acusados casi 900.000 euros de la organización cuando se disponían a viajar a Colombia para realizar pagos a los suministradores de droga colombianos. Y para ello, pensaron no sólo en contratar al mejor abogado para recuperar el dinero y para ello montar los falsos documentos que sirvieran para falsear el verdadero carácter de la operación. Y esto es la operación política que dice Junts contra quien califican de compañero “Boye”.
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